La controvertida situación que enfrenta al exdiputado Íñigo Errejón con la actriz Elisa Mouliáa ha dado de qué hablar en los últimos días. Este jueves, Errejón compareció ante el juez que investiga un presunto delito de agresión sexual y, según informaron fuentes jurídicas a Europa Press, su defensa sostiene que el encuentro que ahora se analiza ocurrió con el consentimiento de ambas partes.

En el transcurso de la audiencia, Errejón tuvo la oportunidad de responder tanto a las preguntas del fiscal como al juez, aunque parece que la representación legal de la actriz optó por no interrogarle. Notablemente, el exdiputado también se negó a contestar a las preguntas formuladas por la acusación popular, lo que añade un elemento de tensión al proceso.

El magistrado planteó a Errejón la pregunta de por qué había decidido dimitir de sus cargos políticos si lo que denunciaba la actriz no era un acto de agresión. A esto, el exlíder de Podemos respondió que su dimisión no estaba relacionada con los hechos de esa noche en particular, sino que fue consecuencia de haber perdido la confianza dentro de su propio partido. En su contexto político, según sus propias palabras, continuar en el cargo hubiera sido una incoherencia.

Las mismas fuentes han subrayado que Errejón refutó categóricamente la afirmación de que la actriz se encontraba en un estado de embriaguez la noche de la3 supuesta agresión. Además, negó haber bloqueado cualquier puerta para prevenir que Mouliáa saliera de la habitación, enfatizando que ella siempre pudo irse cuando lo deseara.

En su denuncia, Mouliáa narra que ambos llegaron juntos a una fiesta y que, ya en el ascensor, Errejón la habría tomado "fuertemente" de la cintura y la besó "de forma violenta", llegando a dejarla sin aliento. La actriz alega que tras detenerse a bailar y conversar con los demás invitados, él la llevó a una habitación "por la fuerza", donde sucedieron varios tocamientos que no contaron con su consentimiento.

La denuncia detalla una serie de acciones llevadas a cabo por Errejón, quien, según la actriz, le quitó el sujetador y pronunció frases "lascivas" como "cómo me pones". Además, cuenta que fue empujada sobre la cama, y a partir de ahí el exdiputado habría realizado tocamientos. Según el relato de Mouliáa, en ese momento se sintió "paralizada" y en una instancia le manifestó que más tarde prefería seguir en la fiesta. A lo que, según su versión, Errejón replicó que podían salir de la habitación, pero solo con la condición de que ambos se marcharan a casa en 20 minutos. A pesar de ello, permanecieron un tiempo más en la fiesta antes de compartir un viaje en coche hacia el domicilio del político.

Las fuentes que han sido consultadas informan que Errejón ha admitido que ambos se besaron en el ascensor, pero subraya que ese acto fue consensuado. En relación al desarrollo posterior de los acontecimientos, sostiene que no continuaron con las relaciones sexuales en una casa ajena porque el acercamiento que hubo fue más bien una especie de tanteo entre ellos.

Además, el exdirigente político argumentó que no había necesidad de llevar la situación a un nivel más íntimo en un lugar que no le pertenecía, razón por la cual sugirió trasladarse a su propio domicilio.

Al salir de los juzgados, Errejón expresó su satisfacción por haber podido exponer su versión de los hechos, declarando sentirse "contento" y "tranquilo" respecto a la actuación del sistema judicial. Indicó que había compartido todo lo que tenía que decir con el juez y ahora espera con confianza el resultado del proceso.

Por último, se ha informado que el instructor del caso ha solicitado a las partes involucradas que, en un plazo de cinco días, presenten las pruebas que consideren pertinentes, ya sean testimonios o documentos, lo que podría ser fundamental para el avance de esta compleja y mediática investigación.