El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) está considerando emprender acciones legales para exigir la reapertura de un pasadizo en el centro de Madrid, argumentando que esta vía no debería ser considerada un espacio privado.
La vía en cuestión es el pasadizo del Panecillo, una angosta calle de 60 metros de longitud ubicada entre la plaza del Conde de Barajas y la calle de San Justo, que permanece cerrada desde 1829. El PSOE ha instado a que este espacio se restablezca como un acceso público, tal como le corresponde.
Antonio Giraldo, concejal del PSOE, ha explicado que los ciudadanos que transitan cerca de este pasadizo confunden su estatus, ya que ven dos verjas que dan la impresión de que se trata de un área privada. Sin embargo, subrayó que en realidad es una calle cerrada al público que debería estar abierta a todos.
Este particular asunto cobró notoriedad en redes sociales a finales de 2024, dado que durante dos siglos no ha sido atravesado por viandantes. En una comisión de Urbanismo, el concejal planteó la posibilidad de reabrir este pasadizo, aunque el delegado del área, Borja Carabante, adjuntó que se examinaría la propuesta, aunque hasta entonces el Ayuntamiento no había recibido peticiones al respecto.
Seis meses después, Giraldo retomó la propuesta durante el Pleno del distrito de Centro, en el que exigió la apertura de este pasadizo. Según su declaración, aunque esta vía no figura en el Inventario Patrimonial del Suelo, está catalogada como viario público.
El concejal hizo hincapié en que el cierre de esta callejuela histórica se ha realizado de manera irregular. No obstante, el presidente del distrito, Carlos Segura, defiende que esta área es una "zona de seguridad" para la Embajada del Vaticano.
Giraldo ha apuntado que la situación actual no está respaldada por la legislación vigente y que se estarían cometiendo dos presuntos delitos: una entidad privada estaría ocupando indebidamente la vía pública y el Ayuntamiento no estaría tomando acciones a pesar de conocer el asunto. Según el concejal, solo las instalaciones de la Pontificia y los turistas de un edificio contiguo tienen acceso a este pasadizo, lo que ha llevado al PSOE a estudiar posibles acciones judiciales.
Además, el concejal ha subrayado que quien haya autorizado el cierre en 1829 actuó bajo circunstancias que ya no son válidas. "No hay forma de acceder a este lugar. En su interior hay una plaza con un jardín histórico, pero nadie puede disfrutarlo", lamentó Giraldo.
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