En la mañana del 14 de enero, Madrid fue escenario de un trágico suceso que ha conmocionado a la región, ya que se ha registrado el primer asesinato del año en Alcalá de Henares. Un hombre español de 49 años perdió la vida tras ser abatido a balazos en un incidente que la Policía Nacional de Madrid está tomando muy en serio, considerando un posible ajuste de cuentas como la causa principal detrás de esta ejecución.

El Grupo V de Homicidios se encuentra actualmente investigando los pormenores del caso, llevando a cabo interrogatorios con familiares y vecinos del occiso, así como revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad en las inmediaciones del lugar del crimen. Las indagaciones apuntan a que la muerte de Jesús B.J. podría estar relacionada con una venganza por deudas de juego, aunque, por ahora, se carece de detenciones en conexión con el caso.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 8:30 de la mañana del lunes, momento en el que se recibió una llamada al 091 alertando sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de un varón con múltiples heridas de bala en la calle Los Hueros, situada en el barrio del Chorrillo. Las autoridades, incluyendo agentes municipales y peritos de la Policía Nacional, se desplazaron de inmediato al lugar para iniciar la investigación correspondiente.

Los servicios de emergencia del Summa-112 también llegaron al sitio, donde confirmaron la muerte del hombre, quien presentaba al menos una herida de arma blanca en el cuello, según información proporcionada por una portavoz de Emergencias de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, se presume que la víctima padecía varios impactos de bala en el tórax, lo que será evaluado más detenidamente durante la autopsia, que determinará la cantidad exacta de disparos y cuáles fueron los letales.

Las primeras investigaciones indican que la víctima llegó al lugar en una furgoneta, la cual había estacionado en las cercanías de su hogar. En el momento en el que se dirigía hacia su portal, otro individuo, que arribó en un vehículo distinto, se acercó a él y le disparó en seis ocasiones utilizando un silenciador. Este detalle ha sido corroborado por los vecinos, incluyendo a un barista que también escuchó las explosiones. Tras el ataque, el autor de los disparos huyó rápidamente, montando de nuevo en su automóvil que lo esperaba en la cercana avenida de Daganzo.