La discoteca KLK-4K, ubicada en el distrito madrileño de Tetuán, ha sido precintada por el Ayuntamiento de Madrid, a pesar de arrastrar una orden de cierre desde 2022, según fuentes municipales. El cartel de la Agencia de Actividades del Consistorio, colocado en la puerta del local, indica que ha sido precintado por resolución de la autoridad judicial y advierte que su reapertura sin autorización conllevaría una multa de 3 millones de euros según la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid.
La discoteca ha recibido múltiples quejas de los vecinos debido al exceso de ruidos, suciedad y peleas. En 2021, sufrió un incendio sin heridos y el Ayuntamiento había decretado su cierre el año pasado, aunque no se había llevado a cabo. Sin embargo, tras los fatales incendios en dos discotecas en Murcia, el Gobierno local ha anunciado una mayor rigurosidad en los controles de cierre de estos establecimientos.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, informó que la KLK-4K sería cerrada por razones diferentes a la seguridad, como instalaciones no autorizadas, pero el cierre se retrasó debido a una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que otorgaba un plazo de tres días para alegaciones por parte de los propietarios.
Aunque el dictamen sobre la discoteca está pendiente de resolución, el precinto ha sido ejecutado, según fuentes judiciales. La asociación vecinal SOS Bravo Murillo, que lleva tres años luchando por el cierre de la discoteca, ha celebrado esta victoria, pero ha criticado que los funcionarios hayan tachado la palabra "obra" en el cartel de precinto y la hayan sustituido por "actividad".