Crónica Madrid.

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Detenidos once individuos por violento asalto a tres hogares en Pozuelo y Madrid.

Detenidos once individuos por violento asalto a tres hogares en Pozuelo y Madrid.

En un exitoso operativo realizado en la Comunidad de Madrid, la Policía Nacional ha logrado desmantelar una organización inquietante dedicada a los robos en viviendas. Este grupo se camuflaba como empleados de empresas de mensajería para llevar a cabo sus fechorías, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía madrileña.

La acción policial culminó con la detención de once individuos, en el acto de cometer un robo en un hogar en la capital. Estas personas están implicadas en al menos tres atracos ocurridos tanto en Madrid como en Pozuelo de Alarcón.

La investigación reveló que los delincuentes obtenían información sobre sus futuros objetivos a través de antiguas trabajadoras del hogar, además de disfrazarse como operarios de la construcción o repartidores. Esto les permitía moverse con facilidad y menos sospechas antes de perpetrar los robos, tras realizar un exhaustivo análisis de sus respectivas víctimas.

Desde abril, la colaboración internacional ha sido clave, facilitando el intercambio de datos e inteligencia que permitió a las autoridades identificar la naturaleza y la envergadura de esta organización delictiva, activa en la región de Madrid durante varios meses.

A través de la colaboración con la Policía Nacional del Paraguay, se evidenció que esta red criminal operaba desde Madrid y había estado involucrada en un ciclo sostenido de robos en domicilios particulares durante aproximadamente un año.

Los hallazgos indicaron que la estructura del grupo contaba con una organización jerárquica definida, donde las funciones de cada miembro eran claras. Para comunicarse, utilizaban nombres en clave y el idioma guaraní, lo que complicaba aún más su detección por parte de las fuerzas del orden.

Además, parte de la estrategia del grupo incluía el uso de tecnología para espiar las casas que tenían como objetivo, estudiando las rutinas diarias de los residentes. Este enfoque riguroso les confería notoria efectividad y les permitía eludir la acción policial.

El líder de la banda, apodado "Loiro", era el encargado de la planificación de los asaltos. Realizaba observaciones detalladas de las propiedades, incluyendo la verificación de medidas de seguridad y las posibles rutas de huida, e incluso llevaba a cabo tomas fotográficas de los lugares seleccionados.

Los demás integrantes se ocupaban de reunir todo lo necesario para llevar a cabo los robos, incluyendo información de antiguas empleadas que conocían a fondo las costumbres de los propietarios. Con estos datos, el grupo lograba organizar múltiples asaltos en una sola semana.

Miembros del grupo también se dedicaban a conseguir vestimenta que les permitía hacerse pasar por trabajadores de la construcción o repartidores, facilitando su acceso a los edificios y viviendas.

Para ejecutar sus delitos, esta organización no dudó en establecer conexiones con otros grupos delictivos españoles, compartiendo información y recursos para optimizar sus operaciones y dividir los botines entre ellos.

Hasta el momento, se les atribuyen tres delitos de robo con violencia en Pozuelo y Madrid, uno de los cuales dejó graves lesiones a dos mujeres en el domicilio asaltado.

Finalmente, en su último golpe, los delincuentes fueron apresados 'in fraganti', recuperando un botín de 48.000 euros, además de útiles y herramientas como patas de cabra y ganzúas que empleaban para forzar cerraduras, así como vestimenta que dificultaba su identificación.

Los once arrestados han sido encarcelados de forma provisional mientras la investigación continúa abierta, no descartándose futuras detenciones en relación con este caso.