El puente de la A-6 sobre la M-30 en Madrid cerrará debido a problemas estructurales, concretamente una reducción de la resistencia del hormigón y fisuras en el tablero. El cierre durará hasta mediados de septiembre y se realizarán trabajos de rehabilitación en tres fases, ocupando tres carriles en cada fase. Sin embargo, el tráfico de la vía permanecerá abierto en todo momento con seis carriles operativos.
El Ayuntamiento ha detectado la necesidad de estas obras para evitar el colapso y un posible derrumbe del puente. En 2012 se descubrieron problemas de humedades y fisuras en el hormigón, pero ahora se trabajará en su reparación. El puente, proyectado en 1989 y cedido al Ayuntamiento en 2014, será reforzado con cinco pilares y se realizará una impermeabilización para detener la degradación del hormigón.
Para asegurar la evolución de los daños, se instalarán sensores en el puente. Las obras, con un presupuesto de 1,5 millones de euros, se realizarán en dos turnos de trabajo y se evitará trabajar durante las horas de mayor calor. El Ayuntamiento pide disculpas por las molestias pero asegura que la seguridad es primordial. Además, se recomienda el uso del transporte público y se ofrecen itinerarios alternativos.