El 5 de marzo en Madrid, fuerzas de la Policía Nacional junto con la Guardia Civil lograron la captura de un fugitivo vinculado a la temida banda motociclista Los Ángeles del Infierno, quien era buscado por ser el presunto autor de un asesinato y por tráfico de drogas.

Este individuo, originario de Nueva Zelanda, es señalado por haber instigado el asesinato de un rival en Estados Unidos, por lo cual ofreció una recompensa de 20.000 dólares. Además, se le acusa de haber introducido más de 500 kilogramos de cocaína en su país natal. Tras más de dos años en fuga, utilizó identidades falsas, principalmente de Francia y Eslovaquia, para evadir a la justicia.

La operación que condujo a su detención comenzó cuando las autoridades españolas tuvieron conocimiento de la posible ubicación del fugitivo en el país. Existía una Orden Internacional de Detención emitida por las autoridades de Texas, relacionada con un crimen ocurrido en 2020, cuando mandó ejecutar a un miembro de una organización rival.

Los investigadores iniciaron un seguimiento de las actividades de Los Ángeles del Infierno en España, lo que les llevó a prepararse ante una fiesta próxima organizada por la banda en Madrid. Durante la vigilancia de este evento, detectaron al fugitivo al momento de ingresar al local con otros integrantes del club. Tras permanecer allí alrededor de ocho horas, abandonó la sede acompañado de seis personas en un monovolumen, siendo interceptado por las autoridades cuando se disponía a salir de la A-2.

Al ser arrestado, el fugitivo portaba documentos falsos que contenían su imagen, incluyendo un pasaporte y carta de identidad de Francia, así como un documento de identidad y licencia de conducir de Eslovaquia. Actualmente, se encuentra bajo custodia en prisión, a la espera de su extradición a Estados Unidos, donde enfrentará cargos penales por sus crímenes.