Crónica Madrid.

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Bergerot aboga por frenos democráticos para asegurar la vivienda como derecho clave.

Bergerot aboga por frenos democráticos para asegurar la vivienda como derecho clave.

MADRID, 22 de marzo. En una reciente reunión celebrada en Leganés, Manuela Bergerot, portavoz del grupo político Más Madrid en la Asamblea, ha instado a la implementación de "frenos democráticos" para establecer la vivienda como un "derecho fundamental". En sus declaraciones, subrayó con firmeza que la vivienda no debería ser tratada como un objeto de especulación.

Durante el evento titulado 'Derecho a la Vivienda', que contó con la participación de la ministra de Sanidad y coportavoz de Más Madrid, Mónica García, Bergerot destacó que su partido se posiciona como "la única alternativa viable" frente al enfoque del Partido Popular en la cuestión de la vivienda, el cual, según ella, no asegura esta garantía básica.

La portavoz hizo hincapié en que las políticas del Partido Popular en la Comunidad de Madrid han demostrado ser ineficaces, evidenciando el aumento de alrededor del 17% en los precios de alquiler durante el último año. En contraste, mencionó que en Cataluña, los precios han disminuido un 6% gracias a la aplicación de la ley estatal de Vivienda. Además, Bergerot argumentó que el acceso a una vivienda digna no puede depender de privilegios hereditarios.

Como parte de su propuesta para abordar la crisis de vivienda, Bergerot abogó por el establecimiento de contratos de alquiler indefinidos, el fomento de más vivienda pública, la exclusión de los fondos buitre y la regulación de precios. En este marco, se opuso de manera contundente a la propuesta del PP de liberar el suelo para facilitar la construcción de nuevas viviendas. "Frente a la especulación y la avaricia, exigimos la creación de vivienda pública", afirmó con determinación.

Además, criticó el "inadecuado" Plan Vive presentado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, señalando que opera "por encima del precio de mercado". En sus palabras, la vivienda pública debería ser considerada un símbolo de orgullo social en lugar de un estigma, haciendo alusión a los problemas de "inundaciones" en ciertos inmuebles de alquiler asequible.