En una declaración reciente, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha expresado su descontento con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusándolo de realizar un discurso injusto contra Madrid. Ayuso ha exigido al Gobierno central que cumpla con sus obligaciones y pague lo que corresponde a cada madrileño, especialmente considerando la situación de infrafinanciación en comparación con otras regiones cuyos líderes viven de la retórica vacía.
En el marco del Debate del Estado de la Región en la Asamblea de Madrid, la presidenta regional ha enfatizado la necesidad de abordar temas como el transporte público, la seguridad ciudadana y el preocupante aumento de agresiones sexuales. Criticó la actitud del Gobierno central en lugar de centrarse en sus responsabilidades y fomentar la división y la inacción.
Ayuso ha afirmado que Madrid asume sus desafíos como región capital de España con determinación y esfuerzo. En un mensaje dirigido a las izquierdas, ha declarado su firme posición en defensa de la unidad de España y Madrid, afirmando que antes se romperá la Cataluña independentista que permitir que las izquierdas dividan el país o la región madrileña.
La presidenta ha criticado duramente las políticas de las izquierdas, acusándolas de favorecer a los independentistas a expensas de los madrileños y la clase media catalana. Ha denunciado la falta de respeto por las instituciones y la democracia por parte del Gobierno, afirmando que están llevando a España a una situación límite no solicitada por la mayoría de los ciudadanos.
Ayuso ha señalado la creciente polarización política y la falta de nobleza en el ejercicio del poder, destacando el desprecio por las instituciones y las artimañas para perpetuarse en el poder por parte del actual Gobierno. Ha advertido sobre la peligrosa deriva hacia una situación autoritaria, con la persecución a la prensa, los jueces y las empresas como síntoma de una construcción de dictadura.
La presidenta ha criticado la introducción de personas afines en las instituciones y la manipulación de la verdad para imponer una agenda ideológica, así como la discriminación fiscal contra los madrileños y la eliminación de proyectos importantes para la región. Ha cuestionado la legitimidad de las acciones del Gobierno y su impacto en los ciudadanos, instando a la izquierda a reflexionar sobre el daño causado a Madrid y al conjunto de España.
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