Crónica Madrid.

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Arzobispo de Madrid aboga por la paz y la amabilidad en el Día de la Almudena.

Arzobispo de Madrid aboga por la paz y la amabilidad en el Día de la Almudena.

En el marco de la festividad dedicada a Nuestra Señora de la Almudena, el arzobispo de Madrid, José Cobo, hizo este domingo un profundo llamado a la unidad y la amabilidad en una homilía pronunciada ante una congregación reunida en la Catedral de la Almudena. Durante su discurso, instó a desarmar el discurso agresivo que impera en la sociedad y a fomentar un ambiente más cordial en todos los sectores, incluyendo lo social, lo político y lo religioso.

Cobo reflexionó sobre el papel de la Virgen María como un emblema de la "verdadera alegría", la cual, según él, debe ir más allá de los momentos felices y sostener la fe incluso en los momentos más difíciles. Remarcó que esta alegría no se puede reducir a simples placeres efímeros o imágenes de redes sociales.

El arzobispo calificó a María como una "maestra de la vida", subrayando que la auténtica alegría es la habilidad para encontrar sentido y propósito tanto en tiempos de bonanza como en las adversidades que todos enfrentamos.

En su alocución, enfatizó que la esperanza cristiana es un camino que no debe ser recorrido en soledad. Hizo referencia a la figura de María junto a Cristo en la cruz, invitando a la comunidad eclesiástica a estar activamente presente ante las diversas "cruces" que marcan la actualidad social.

Cobo identificó algunas de estas "cruces", como el aumento de la pobreza, la precariedad que enfrentan los jóvenes y la creciente dificultad para acceder a vivienda asequible. Llamó a una respuesta colectiva que provenga de un "corazón que ve", mostrando empatía ante estos problemas y actuando en consecuencia.

El arzobispo destacó que en este esfuerzo no se puede permitir el recriminamiento ni el desprecio hacia aquellos que tienen puntos de vista diferentes. Propuso que el enfoque debería ser mirar a los que sufren con humildad, buscando aprender de sus realidades y desafíos.

Concluyó su homilía pidiendo a los feligreses que se acercaran a Nuestra Señora de la Almudena para obtener su protección y guía. Expresó su deseo de una Iglesia que abrace el amor sin límites, que no reconozca enemigos, sino solo personas a las que amar y servir en su comunidad.