La jornada del 14 de septiembre en Madrid se tiñó de polémica tras la suspensión de la última etapa de La Vuelta Ciclista a España, provocada por una serie de protestas pro palestinas en el corazón de la capital. El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, no dudó en señalar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el principal culpable de que la violencia haya prevalecido sobre el espectáculo deportivo.

En sus declaraciones desde la Plaza de Cibeles, donde esperaba la llegada de los ciclistas, Almeida expresó su pesar por un día que, a su juicio, debería ser de celebración, pero que se ha convertido en un “tristísimo” episodio para la ciudad. “No es que Madrid haya estallado en manifestaciones, sino que ha sido invadida por la violencia”, subrayó, haciendo énfasis en que lo que ha ocurrido es un claro ejemplo de “violencia pura y dura”.

El alcalde relató acontecimientos alarmantes como el hecho de que varios ciclistas fueron empujados a la calle y se arrojaron obstáculos peligrosos, como chinchetas y cristales, para impedir su paso. Almeida denunció que hay quienes pretenden glorificar estos actos, aludiendo incluso a la actitud del propio Sánchez, quien, según él, tiene una parte de responsabilidad en estos episodios de barbarie.

Almeida también dirigió sus críticas hacia la exministra de Igualdad, Irene Montero, a quien acusó de intentar detener una carrera en marcha. “Los mismos de siempre se han reunido: Sánchez, Montero, Iglesias, Díaz y Otegi”, comentó el alcalde, mostrando su indignación por la situación. Se siente frustrado porque la política y el activismo parecen primar sobre la seguridad y el respeto al deporte.

El mensaje de Almeida fue contundente: “La violencia ha triunfado sobre el deporte” en esta edición de La Vuelta. Además, puso en tela de juicio la adecuación del despliegue de seguridad implementado, sugiriendo que estas cuestiones deberían ser atribuidas a la gestión del delegado del Gobierno, Francisco Martín.

Las protestas que interrumpieron la etapa final se intensificaron en varios puntos del recorrido, y la respuesta de las fuerzas antidisturbios no se hizo esperar, resultando en cargas policiales tras el lanzamiento de objetos como vallas y botellas hacia los agentes en la meta.