En la jornada del 17 de febrero, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, expresó su profundo desacuerdo con el comportamiento exhibido por el delegado del Gobierno, Francisco Martín, durante la reciente Junta Local de Seguridad llevada a cabo en la Casa de la Villa. Almeida consideró que la intervención de Martín se asemejó más a un “mitin político” que a un espacio de diálogo, destacando su tono ofensivo y la clara intención de provocar un conflicto.

Durante una conferencia de prensa posterior a la polémica intervención, Almeida afirmó que nunca antes había presenciado un “comportamiento tan lamentable” en sus años como alcalde, a pesar de haber colaborado con hasta cinco delegados del Gobierno en ese tiempo. Su descontento se centró en la falta de profesionalismo en la charla de Martín, que, según él, sólo buscaba escalar la tensión entre las instituciones.

Por el lado del Ejecutivo municipal, las respuestas han sido mesuradas y sobrias. En sus declaraciones, el equipo de Almeida mencionó que su objetivo no es el de confrontar, subrayando que el verdadero propósito detrás de la intervención de Martín parece ser la provocación de un enfrentamiento innecesario.