El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha retado a sus opositores a encontrar una sola ocasión en la que haya calificado a la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, como corrupta. En su lugar, ha ofrecido "un Código Penal" en respuesta a las acusaciones lanzadas por la edil, que previamente había prometido un manual de gramática tras un altercado en el Pleno.

El primer edil ha manifestado su descontento con la actitud del Grupo Municipal Socialista, al considerar inaceptable que se utilicen insultos graves como "asesinos" y "mafiosos" de manera reiterada en el ámbito político, sin que haya una retractación. Sobre el comunicado de Maroto, que intentaba aclarar su postura respecto a las víctimas de la pandemia en residencias, Almeida afirmó que no se trató de una verdadera disculpa.

Almeida enfatizó que no tolerará más la escalada de violencia verbal que se traduce en insultos en el propio Pleno del Ayuntamiento. En sus palabras, esta situación no es normal en un sistema democrático y pone en duda la calidad del debate político en la ciudad. Ha subrayado que estas descalificaciones provienen de aquellos que atacan a sus oponentes en lugar de mantener un diálogo constructivo.

En respuesta a los comentarios de la prensa sobre los insultos que podrían haber salido de su bancada, Almeida se defendió, asegurando que jamás ha calificado al PSOE de "asesinos" ni a Maroto de "mafiosa". Sin embargo, añadió que sí existe una trama de corrupción relacionada con el Ministerio que ella dirigió, un tema que actualmente está bajo investigación judicial.

De esta forma, reafirmó que nunca ha llamado corrupta a Maroto, pero sostuvo que la investigación en curso ha revelado hechos que la Justicia ha calificado como parte de una organización criminal, algo que no debe ser ignorado.

El alcalde también ha señalado que lo que sí ha calificado a Maroto es de "mentirosa", un adjetivo que considera más una afirmación de la realidad que un insulto, haciendo referencia a las contradicciones en las declaraciones de la portavoz sobre su relación con un conocido empresario. Según Almeida, los mensajes que intercambiaron son una prueba de ello.

En un tono más irónico, Almeida incluso ofreció a Maroto un manual de gramática, argumentando que su comunicado era tan confuso que ni un niño en primaria lo habría escrito mejor. Sin embargo, ha decidido cambiar ese "regalo" por un Código Penal, sugiriendo que tal vez esta opción le sentaría mejor a la edil. Y defendió que el humor y la ironía tienen su lugar en la política.