Crónica Madrid.

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Acusado de homicidio en Alcorcón admite el delito con reservas y expresa su pesar por el suceso.

Acusado de homicidio en Alcorcón admite el delito con reservas y expresa su pesar por el suceso.

Un caso alarmante se ha presentado en los tribunales de Alcorcón, donde un joven argentino se enfrenta a graves acusaciones por el asesinato de un amigo. Durante su comparecencia, el acusado admitió, con ciertas reservas, la posibilidad de haber cometido el crimen que tuvo lugar el 24 de marzo de 2022. Sin embargo, alega no recordar los detalles de esa fatídica noche y expresó su pesar por lo sucedido.

El joven, conocido como Álvaro, contestó con ambigüedad a las preguntas del fiscal respecto a su culpabilidad, afirmando: “Podría ser que sí, pero no tengo recuerdo de ello”. Su defensa solicita su absolución, negando cualquier implicación en la muerte de la víctima. A pesar de esto, Álvaro enfatizó su arrepentimiento por el incidente ocurrida esa noche.

La abogada del acusado ha argumentado que su cliente representa una víctima más de una sociedad que ignora a los más vulnerables. Desde la tierna edad de 15 años, Álvaro ha estado viviendo en la calle y su defensa pretende también establecer que el estado mental del joven ha sido afectado por sus adicciones. La letrada instó al jurado a no condenar a su cliente en caso de que existan dudas sobre su culpabilidad, ya que esto significaría una falta de justicia.

Los horripilantes detalles del crimen emergieron en la corte, donde se reveló que la víctima fue hallada en una casa prefabricada con múltiples heridas, incluyendo 20 cortes, y con signos claros de haber sido sometido a tortura, hallándose el cadáver oculto en el interior de un sofá. El joven enfrenta potencialmente una condena de hasta 25 años de prisión por el delito de asesinato.

Con antecedentes que incluyen delitos menores y un intento de homicidio anterior, el acusado, también llamado "El Gaucho", ha tenido un historial delictivo que llama la atención de las autoridades. En el transcurso del juicio, el fiscal resaltó la falta de grabaciones de cámaras de seguridad que pudieran absolver al acusado, aunque apuntó a varios testimonios que le incriminan en el acto delictivo.

El abogado del Ministerio Público ha acusado formalmente a Álvaro de asesinato, buscando además una compensación económica de 120.000 euros para la familia de la víctima por concepto de reparación civil.

El inicio de esta historia se desveló cuando un trabajador de la zona de casas prefabricadas descubrió sangrientas evidencias en uno de los refugios que vigilaba. Relató que, tras percibir grandes charcos de agua mezclados con sangre, actuó rápidamente, sellando el lugar y alertando a las autoridades.

Los eventos que llevaron a este trágico desenlace ocurrieron en un recinto en Alcorcón donde el acusado supuestamente buscó a la víctima con la intención de acabar con su vida. La víctima, Y. R. da C., acostumbraba a pernoctar en estas casas y fue encontrado atado y sin posibilidad de defensa, tras haber sido sorprendido por Álvaro.

La Fiscalía describió cómo el acusado utilizó cuerdas para inmovilizar a Y. R. da C., dejándolo en una posición fetal. A pesar de haberlo dejado incapaz de defenderse, Álvaro tomó la decisión cruel de infligir cortes y golpes a su amigo, un acto que claramente refleja un deseo de causar dolor innecesario.

La brutalidad de la agresión se acentuó cuando el acusado, utilizando un objeto contundente, provocó un golpe en la cabeza que resultó en un traumatismo craneal fatal, llevando a la víctima a una muerte trágica y dolorosa. Desde entonces, Álvaro ha sido privado de libertad, esperando el juicio desde abril de 2022.