
En un reciente giro de los acontecimientos judiciales en Madrid, el Juzgado de lo Penal número 1 ha tomado la decisión de absolver a un joven de 21 años de un cargo relacionado con la posesión de hachís, a pesar de los testimonios de dos agentes de la Policía Nacional que lo acusaron de tráfico de drogas. La defensa logró argumentar que, aunque el acusado poseía una cantidad superior a lo habitual para el autoconsumo, era, en efecto, un consumidor constante y no un dealer.
De acuerdo con la sentencia consultada por Europa Press, el joven, detenido en la plaza de Montevideo tras recibir una denuncia que lo señalaba como vendedor de hachís, quedó libre de responsabilidades al no poder establecerse que llevaba la droga con intención de comerciar. Su abogado, del reconocido despacho Ospina Abogados, resaltó la falta de pruebas directas que implicaran al acusado en actividades de distribución de estupefacientes.
En el juicio, el Ministerio Fiscal había calificado los actos del joven como un delito contra la salud pública, solicitando una pena de once meses de prisión. Sin embargo, la defensa argumentó que la larga espera del juicio, que se extendió por más de dos años, afectó considerablemente la vida del acusado, quien ha realizado un esfuerzo por dejar atrás su pasado y ha estado sometido a un tratamiento de desintoxicación.
Durante la deliberación, los agentes testificaron tras ser alertados por una joven que afirmaba que el acusado ofrecía hachís en numerosas ocasiones. El joven, por su parte, admitió ser un consumidor regular, pero negó rotundamente las acusaciones de venta. Según su declaración, había decidido comprar una cantidad mayor de hachís ese día, 30 gramos, junto a su pareja, para evitar compras frecuentes de pequeñas dosis; además, justificó la presencia de una pequeña balanza de precisión como herramienta para controlar su propio consumo.
A pesar de que la cantidad de droga encontrada en su posesión, 31 gramos, superaba la dosis mínima considerada para el consumo personal, la defensa insistió en que esta cantidad era para compartir con otra persona, respaldando su argumento con pruebas que fueron presentadas durante el juicio.
Desde su detención, el joven ha mostrado un cambio significativo en su vida, trabajando y preparando oposiciones para la academia de policía, mientras se mantiene alejado de cualquier tipo de drogas. Así, el juez dictó sentencia a favor del acusado, señalando que no existían pruebas concluyentes que demostrasen su intención de distribuir droga ni evidencia directa observada por los agentes involucrados.
Finalmente, el magistrado subrayó que los testimonios de quienes denunciaron se mostraron contradictorios y no lograron sostener la acusación de manera efectiva, lo que llevó a tomar la decisión de absolver al joven de todos los cargos en su contra.
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