
El secretario general del Partido Popular en Madrid, Alfonso Serrano, ha manifestado su preocupación por la situación en el Centro de Acogida y Emergencia de Alcalá de Henares, que diariamente se encuentra en su máxima capacidad. En su opinión, esto es un reflejo de la mala gestión migratoria del Gobierno, que ha permitido que más de 10,000 personas hayan pasado por el centro, dejando un saldo de 8,500 individuos que, según él, no se sabe a dónde han ido.
Serrano ha señalado que la falta de control en la política migratoria es un problema que enfrenta no solo España, sino toda Europa. En una entrevista, criticó que la entrada descontrolada a través de aeropuertos, como el de Madrid, haya sido facilitada por las decisiones del Ejecutivo español. Además, ha resaltado la necesidad de tomar medidas firmes y responsables frente a la inmigración, citando ejemplos de otros países europeos, como Dinamarca, donde se han implementado políticas más restrictivas.
Frente a la propuesta de Vox de expulsar a inmigrantes ilegales y a aquellos que cometan delitos, Serrano aboga por establecer criterios más claros sobre la conducta y el cumplimiento de la ley para quienes lleguen a España. “Si no cumplen con los valores de nuestras democracias, deben irse”, sentenció, criticando la estrategia actual del Gobierno de agrupar a los inmigrantes en centros sin un plan estructurado.
Serrano también ha denunciado que la situación en Alcalá es irresponsable, pues, según él, el Gobierno se muestra indiferente al futuro de las personas que acoge. La percepción de que el Gobierno solo busca liberar espacio para nuevos inmigrantes, en lugar de preocuparse por la integración de los ya presentes, fue evidente en su discurso.
Además, el líder del PP en Madrid ha comentado la llamada atención sobre la falta de colaboración en la llegada de 400 menores extranjeros a Pozuelo de Alarcón. Critica la doble moral de los partidos que se oponen a la política de integración en ciertos centros, mientras proponen soluciones que, a su juicio, carecen de la debida consideración.
En una crítica contundente, Serrano ha afirmado que la política de inmigración del Gobierno es “buenista”, lo que, a su ver, conlleva un trato deshumanizado hacia los inmigrantes. “El Gobierno los trata como números, moviéndolos de un lugar a otro sin un verdadero compromiso por su bienestar”, criticó.
Desde su perspectiva, Serrano sostiene que es necesario promover una inmigración ordenada que valore y respete a quienes desean contribuir a la sociedad española. Asimismo, ha expresado su frustración ante la falta de información sobre delitos relacionados con la población inmigrante, lo que a veces genera una sensación de inseguridad en la ciudadanía.
Por último, ha enfatizado que es responsabilidad del Gobierno abordar la inquietud de los residentes en Alcalá, quienes sienten preocupación por la seguridad en sus barrios, especialmente en parques. “Es su deber garantizar la seguridad y no desviar la atención hacia quienes alzan la voz por un legítimo derecho a sentirse seguros”, concluyó Serrano.
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