Crónica Madrid.

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Sentencian a 18 años de prisión a la 'viuda negra' de Torrejón por el homicidio de un marinero.

Sentencian a 18 años de prisión a la 'viuda negra' de Torrejón por el homicidio de un marinero.

MADRID, 6 de noviembre. La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una condena de 18 años y medio de encarcelamiento para María José Bustos Gómez, apodada la 'viuda negra' de Torrejón de Ardoz, tras encontrarse culpable del asesinato de un marino mercante el 26 de agosto de 2021.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal ha determinado que la acusada cometió un asesinato con la alevosía como circunstancia agravante. Además, el cómplice del crimen ha recibido una pena de dos años de prisión por encubrimiento.

Durante el juicio, Bustos intentó distanciarse del homicidio, señalando erróneamente al otro acusado como el responsable de la muerte, insistiendo en que "él fue quien lo mató".

La víctima, identificada como Gabriel E. C., era un marino mercante de 63 años originario de Ferrol, en A Coruña, que trabajaba en una compañía de hidrocarburos. Se encontraba en una situación delicada, con deudas a la Seguridad Social, y era María José quien manejaba sus nóminas de 7.000 euros mensuales ante la falta de cuentas bancarias en el país.

El hallazgo del cuerpo de Gabriel se produjo el 29 de agosto de 2021, quemado en un pinar del distrito de Villa de Vallecas. Una vecina alertó a los bomberos sobre un incendio en la zona, descubriendo posteriormente que la víctima había sido privada de sus dientes y dedos.

Los hechos se desencadenaron alrededor de las doce del mediodía del 28 de agosto de 2021, cuando Bustos y otra persona, G. E. S., se enzarzaron en una acalorada discusión en un centro de estética bajo su gestión en Torrejón de Ardoz.

En el transcurso de la pelea, Bustos atacó al marino, causándole un traumatismo severo en la cabeza que lo dejó inconsciente. Posteriormente, llevó a cabo un asalto final, asfixiándolo y provocando su muerte.

Al día siguiente, alrededor de las 8:49 horas, el cómplice, consciente de la muerte violenta de Gabriel por parte de Bustos, se unió a ella en la Estación de Renfe de Alcalá de Henares para recoger un vehículo. Juntos, regresaron al centro de estética donde colocaron el cadáver en el coche.

Finalmente, trasladaron el cuerpo a un área boscosa cercana a la Calle Cerro del Murmullo en Madrid, donde le prendieron fuego con la intención de destruir cualquier evidencia y evitar su descubrimiento, abandonando la escena alrededor de las 10:48 horas.