En una reciente reunión del Comité Regional del PSOE en Madrid, el secretario general del partido y actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, realizó una dura crítica al Partido Popular, pronosticando su derrota en las próximas elecciones. Según López, los populares han caído en la soberbia, describiéndolos como "soberbios e inhumanos".

El dirigente socialista argumentó que el PP se ha "embriagado de poder" y ha perdido de vista a la ciudadanía. Afirmó que la mayoría de los madrileños busca la paz y que la desconexión del PP con las necesidades reales de los ciudadanos será un factor decisivo en las próximas votaciones.

López manifestó que Madrid no merece un gobierno que actúe con prepotencia, en detrimento del bienestar de la mayoría en favor de unos pocos privilegiados. A su juicio, este es un fenómeno que se está manifestando en la capital, con serias repercusiones en políticas públicas esenciales.

El secretario del PSOE también criticó drásticamente las decisiones que afectan a la salud pública y la educación. Señaló que el recorte en la sanidad pública beneficia a un solo grupo privado mientras que la universidad pública está siendo desmantelada, todo ello sin ofrecer soluciones efectivas en el área de la vivienda.

López arremetió contra el PP por su falta de acción ante la crisis habitacional que afecta a muchos jóvenes y familias en la región. Describió como arrogante la actitud del partido al no reconocer el sufrimiento de aquellos que no pueden acceder a una vivienda digna, mientras favorecen a los especuladores en el sector inmobiliario.

Asimismo, criticó la aparente contradicción del gobierno: por un lado, se autodenominan defensores de la libertad, pero por el otro, atacan a quienes desean expresar sus opiniones, como un profesor que simplemente intenta llevar una bandera de Palestina a su aula.

El líder socialista también cuestionó la decisión del PP de interrumpir la formación para educadores sobre la dictadura, acusando al gobierno de querer censurar el aprendizaje de los errores del pasado y, por ende, poner en riesgo el futuro educativo de los jóvenes.

Con un mensaje de unidad y motivación, López cerró su intervención enfatizando la necesidad de trabajar arduamente en los próximos 20 meses. Aseguró que la mayoría de los ciudadanos de la comunidad comparten sus principios y animó a sus compañeros a no desistir en la lucha por sus ideales.