
El contexto social en Alcalá de Henares se ha tornado tenso tras la aparición de pintadas racistas en el Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED). Francisco Martín, representante del Gobierno en la Comunidad de Madrid, ha expresado su indignación tras descubrir que uno de los muros de estas instalaciones amaneció cubierto de mensajes racistas, incluidos grafitis como "Negros al cementerio", acompañados de símbolos nazis.
En una fuerte crítica, Martín ha señalado a figuras políticas locales, como la alcaldesa Judith Piquet y la presidenta Isabel Díaz Ayuso, acusándolas de fomentar un clima de "odio y persecución". Según el delegado, estas actitudes son un reflejo de la irresponsabilidad de los líderes políticos que están en el poder, y que han contribuido al aumento de la violencia y la hostilidad en las calles.
Martín no se ha quedado solo en la crítica a las pintadas, sino que también ha abordado temas más graves como la violencia sexual. Ha enfatizado la conexión entre estas manifestaciones de odio y un caso reciente que ha sacudido a la comunidad, en el que un residente del CAED fue detenido por una supuesta agresión sexual a una joven. Este incidente ha provocado una serie de protestas demandando el cierre del centro, reflejando así la creciente preocupación entre los ciudadanos.
El delegado ha utilizado redes sociales para exponer su posición, reafirmando su compromiso de luchar contra el racismo y cualquier forma de violencia. Mientras la situación se desarrolla, queda claro que el debate sobre la seguridad y la convivencia en Alcalá de Henares continúa levantando pasiones y divisiones entre la población y sus líderes.
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