La huelga de los trabajadores de la limpieza en Madrid ha llegado a su fin tras una semana de tensiones, luego de que el personal aceptara el preacuerdo que sindicatos y empresas concesionarias habían negociado durante la noche del sábado.

La resolución del conflicto se produce en un momento crítico, ya que el Ayuntamiento había establecido un ultimátum. Borja Carabante, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, había señalado que, sin un acuerdo, el Consistorio se vería obligado a recurrir a empresas externas para asumir la recolección de basura a partir de la madrugada del lunes, utilizando un contrato de emergencia que recaería sobre las concesionarias actuales.

Carabante también comunicó a las empresas concesionarias que continuarían aplicando sanciones por no cumplir con los servicios mínimos establecidos. Hasta el pasado viernes, las multas ascendían a 1,6 millones de euros, incrementándose a 2 millones el sábado, con un aumento diario de 400.000 euros por cada día de incumplimiento.

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, enfatizó la importancia del servicio de recogida de basura, afirmando que es una obligación del Ayuntamiento garantizar la higiene y salubridad de los madrileños. Asimismo, indicó que se estaban evaluando alternativas para actuar de manera inmediata en la recolección de los residuos que no estaban siendo gestionados adecuadamente.