
En Madrid, el sistema de Cercanías se prepara para enfrentarse a una importante interrupción en su servicio. Desde el 19 de agosto y hasta el 30 del mismo mes, el túnel de Sol, que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín, estará cerrado. Este corte afectará las líneas C-3 y C-4, limitando el trayecto entre Aranjuez y Atocha, así como el ramal de Parla y la conexión entre Alcobendas/Colmenar y Chamartín Clara Campoamor.
Durante este periodo, las líneas de Cercanías que transitan por el túnel de Recoletos —específicamente las C-2, C-7, C-8 y C-10— continuarán operativas, asegurando la comunicación entre Atocha y Chamartín. Los viajeros de las líneas afectadas podrán hacer los transbordos necesarios en ambas estaciones sin complicaciones adicionales.
Por otro lado, se ha informado que la estación de Sol no ofrecerá servicio, y en Nuevos Ministerios, aunque los trenes de las líneas C-2, C-7, C-8 y C-10 usarán el túnel de Recoletos, las líneas C-3 y C-4 no estarán operativas. Esta interrupción es parte de un proyecto de mejora impulsado por Adif, que comenzó el pasado 2 de julio en Atocha Cercanías y que incluye la suspensión del servicio en la línea C-5 entre Embajadores y Villaverde Alto hasta el 30 de julio.
Para mitigar el impacto en la movilidad de los usuarios, Renfe ha decidido intensificar su oferta diaria, sumando 20,000 plazas adicionales al servicio en horas punta de las líneas C-4 y C-10. Se recomienda a los viajeros considerar otras alternativas de transporte, como diversas líneas de Metro y autobús que conectan con las estaciones afectadas.
Las obras que se están llevando a cabo en Atocha Cercanías tienen como objetivo ampliar la capacidad del túnel de Sol en un 33%, mediante la adición de una vía más, beneficiando especialmente a las líneas C-3 y C-4. Además, se llevará a cabo la ampliación del andén 5, que servirá a las vías 9 y 10, con el propósito de optimizar el flujo de pasajeros en la línea C-5.
La ampliación también contempla mejoras en la seguridad y accesibilidad, con señales visuales y banderas podotáctiles en los extremos de los andenes. Los trabajos han requerido ajustes significativos en la infraestructura existente, incluyendo la reubicación de escaleras y cambios en el sistema de drenaje.
Asimismo, se transformará la vía 10, actualmente poco utilizada, en un recorrido directo para los trenes hacia y desde Embajadores, mientras que la vía 8 se convertirá en una vía de apartado para la línea C-5 en situaciones especiales. Las estructuras en el nuevo diseño precisan de una contención de tierras adicional, llevándose a cabo la ejecución de una pantalla de pilotes.
En esta fase, se realizan trabajos de vaciado de tierras en la Plaza del Embarcadero, mientras que se demuelen estructuras previas para permitir la instalación de equipos de electrificación en las zonas afectadas. Las siguientes etapas del proyecto incluirán la conexión de la vía 10 con la diagonal principal de Atocha y la ejecución de un nuevo escape entre las vías 9 y 10, así como trabajos de renovación en la zona.
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