En Madrid, la Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de un hombre dedicado al transporte por carretera, al que se le imputan diversos delitos relacionados con la libertad sexual. Según un comunicado emitido por la Jefatura Superior de Policía de la capital, este individuo utilizaba métodos inquietantes para atraer a mujeres.

Este sujeto dejaba mensajes que incluían su número de teléfono en los lavabos de servicios de gasolineras y establecimientos de hostelería, con la intención de captar la atención de posibles víctimas. En una de estas acciones, logró establecer contacto con una menor, a quien solicitó contenido de carácter sexual. Gracias a la rápida respuesta de las autoridades, se evitó que se concretara un encuentro entre el sospechoso y la víctima.

La investigación se inició el 7 de agosto, cuando una joven, acompañada de su madre, se presentó en una comisaría para denunciar el comportamiento de un adulto que, a sabiendas de la minoría de edad de la chica, había estado en contacto con ella a través de un popular servicio de mensajería. Las conversaciones que mantenían eran de un contenido claramente sexual.

Este hombre, utilizando artimañas, intentaba persuadir a la menor para que intercambiara material pornográfico e incluso le propuso tener un encuentro físico. A medida que avanzaban las indagaciones, los agentes pudieron identificar al sospechoso, lo que llevó a la creación de un operativo especial que culminó el 25 de agosto con su detención, enfrentándose ahora a graves acusaciones, incluyendo delitos contra la libertad sexual, corrupción de menores y posesión de pornografía infantil.

El grooming, delito que se tipifica cuando se contacta a menores de dieciséis años a través de Internet o cualquier tecnología con el fin de manipularles para obtener material pornográfico o realizar actos de carácter sexual, es un fenómeno preocupante que exige una respuesta decidida por parte de la sociedad y las instituciones.