Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha salido en defensa de su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, asegurando que cuenta con su total confianza y afirmando que no ha incurrido en ninguna mentira en relación con la investigación sobre las filtraciones del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. En una rueda de prensa celebrada en una nueva Oficina de Empleo en Madrid, Ayuso hizo énfasis en su apoyo a Rodríguez en medio de los rumores que intentan influir en las decisiones de los magistrados del Tribunal Supremo.

La presidenta destacó: "Miguel Ángel Rodríguez tiene mi plena confianza y, efectivamente, no ha mentido". Expresó su preocupación por los intentos de manipular las deliberaciones del Tribunal Supremo, señalando que esto forma parte de una estrategia que, en su opinión, busca reescribir lo que ha sido denominado 'lawfare', un término que describe el uso de procedimientos legales con fines políticos.

Estas declaraciones de Ayuso se produjeron tras las afirmaciones de Rodríguez, quien indicó que fue Alberto González Amador, pareja de la presidenta, quien le proporcionó el contenido de un correo electrónico del fiscal que le investigaba por posibles delitos fiscales. Según Rodríguez, Amador le dio la autorización para compartir dicha información en un grupo de prensa, afirmando "sí, sí, sí".

En su declaración ante el Tribunal Supremo, Rodríguez mencionó que ofrecía "una deducción" al declarar que fue la Fiscalía la que ofreció un acuerdo a la pareja de Ayuso, aunque en realidad la secuencia de eventos fue contraria. Esto ha suscitado críticas por parte de la presidenta, quien lamenta que se utilicen instituciones del estado como herramientas en el juego político contra rivales.

Díaz Ayuso subrayó que es vital proteger la independencia del poder judicial y denunció que se están llevando a cabo filtraciones, tanto de videos como de conversaciones, que buscan influir en la corte. Además, se refirió a los encuentros entre el fiscal general del Estado y representantes de los medios de comunicación, sugiriendo que esto podría ser parte de un esfuerzo intentado para afectar la discusión interna del Tribunal Supremo.

Finalmente, Ayuso reiteró su posición, insistiendo en que no tiene conexión alguna con el caso, a pesar de los intentos por involucrarla en la controversia que la rodea.