
En una contundente intervención, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha arremetido contra el Gobierno de España acusándolo de ser un centro de "corrupción en cascada" que se apodera de los cimientos del PSOE. Durante la sesión de control en la Asamblea, Ayuso criticó de manera tajante el intento de los socialistas por ocultar su mala conducta a través de casos menores.
La discusión se intensificó cuando la portavoz socialista, Mar Espinar, cuestionó a la presidenta sobre la financiación de su ático. Ayuso, en respuesta, aseveró que parece que Espinar estaba ensayando sus argumentos frente al espejo, sugiriendo que su partido intentaba desviar la atención de la corrupción generalizada dentro del Gobierno.
En esta línea, Ayuso subrayó que todos los miembros del PSOE en la Asamblea de Madrid están en sus posiciones gracias a Juan Lobato, lo que, en su opinión, revela la falta de legitimidad y autonomía del partido. Además, reprochó que el PSOE ignora la voluntad de sus afiliados, facilitando que un ministro designado por Santos Cerdán les dicte lo que deben decir desde la Moncloa.
La presidenta también criticó severamente la gestión de instituciones públicas como RTVE y las universidades, acusándolas de ser utilizadas por el PSOE para colocar a aliados de partidos como el PNV y Bildu. Al mencionar la “gran corrupción de Estado”, Ayuso aludió a las maniobras del gobierno para manipular información y desprestigiar a adversarios políticos, centrándose en Navarra como el epicentro de estas prácticas corruptas.
Ayuso instó a que algún día salgan a la luz los motivos que respaldan el pacto inicial entre el PSOE y Bildu, sugiriendo que los vínculos entre Cerdán y líderes separatistas como Carles Puigdemont comprometen la integridad del país. Se mostró indignada ante el hecho de que a pesar de los múltiples escándalos de corrupción que sacuden al Gobierno, estos continúan atacando a individuos en lugar de abordar sus propios problemas internos.
Espinar contraatacó señalando que a diferencia del PP, que despidió a Pablo Casado por cuestionar la corrupción durante la pandemia, el PSOE se ha mantenido firme ante situaciones similares. Sostuvo que en su partido no tiene cabida la deshonestidad, en comparación con figuras controversiales del PP que, en su opinión, han sido premiadas a pesar de sus malas acciones.
También señaló las contradicciones en la gestión de Ayuso, enfatizando que su gobierno ha impuesto restricciones financieras a las universidades públicas mientras favorece a organizaciones privadas que, según ella, comercializan títulos de manera indiscriminada. Espinar concluyó pidiendo a Ayuso que mire primero sus propios errores antes de criticar a los demás, sugiriendo que su legislatura ha estado marcada por la falta de apoyo a la educación pública y el ataque a la libertad de expresión en las universidades.
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