
En un ambicioso esfuerzo por modernizar su infraestructura, Renfe ha dado inicio a un proyecto de renovación total en su base de mantenimiento ubicada en Fuencarral, con una inversión que asciende a 41,46 millones de euros. Este esfuerzo tiene como finalidad preparar las instalaciones para la llegada de nuevos trenes de Cercanías, que comenzarán a estar en operación a partir de 2026.
Según declaraciones oficiales de la compañía, esta remodelación supone una mejora radical en uno de los principales centros de mantenimiento del servicio de Cercanías en Madrid. Las instalaciones actuales, que datan de los años 70, han estado mayormente dedicadas al mantenimiento de locomotoras eléctricas y trenes de Media Distancia, lo que hace necesaria esta transformación.
La iniciativa contempla la creación de espacios especializados para atender trenes de gran capacidad, con longitudes que alcanzan hasta 240 metros y formaciones más cortas de 100 metros, eliminando así la necesidad de desacoplar secciones para efectuar el mantenimiento. Esta mejora permitirá optimizar los procesos, reduciendo considerablemente los tiempos de trabajo en el centro.
Las instalaciones renovadas estarán equipadas con tecnología de vanguardia, que permitirá realizar una serie de operaciones de mantenimiento de alta complejidad, como la sustitución de componentes y el reperfilado de ruedas. Además, brindarán servicios auxiliares, como el vaciado de aseos y el rellenado de arena, facilitando así un servicio más eficiente.
Otro aspecto destacado de este proyecto es la adaptación de las instalaciones a la nueva disposición de los trenes, donde la mayor parte del equipamiento técnico se encuentra en el techo, liberando así más espacio en el interior para la comodidad de los pasajeros.
Este esfuerzo de modernización se enmarca dentro de un ambicioso plan de Renfe, que contempla una inversión de cerca de 4.000 millones de euros para la adquisición de nuevos trenes, lo que representa una renovación integral de la flota destinada a servicios públicos, incluyendo tanto los trenes de Cercanías como los de Media Distancia.
Recientemente, Renfe firmó contratos con Alstom y Stadler para la producción de 280 trenes de gran capacidad, que serán utilizados en los principales núcleos de Cercanías y Rodalies. Este acuerdo, considerado el más grande en la historia de Renfe para el servicio de Cercanías, implica una inversión total de 3.119 millones de euros, asegurando además el mantenimiento de los trenes durante los próximos quince años.
De la flota de nuevos trenes en producción, 225 unidades tendrán una longitud de 100 metros, mientras que las restantes 55 alcanzarán los 200 metros. Gracias a un diseño innovador, estos trenes optimizarán el tiempo de embarque y desembarque de los pasajeros, contando con un mínimo de diez puertas y amplios vestíbulos. Además, se aseguran de ser totalmente accesibles para personas con movilidad reducida, e incluirán conexión Wi-Fi y espacios designados para bicicletas y carritos de niños, todo ello con el objetivo de mejorar la experiencia de viaje en el servicio público de transporte.
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