"El Retiro se cierra por 8 días bajo un protocolo que ignora la lógica, mientras el 80% de las ramas se caen en un contexto de solo un 1% de respaldo."

La seguridad en los parques de Madrid ha desatado un intenso debate en la ciudad, particularmente desde la implementación de un protocolo municipal que ha llevado al cierre del Retiro y otros parques emblemáticos en múltiples ocasiones. El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha reconocido que existe una falta de comprensión por parte de los ciudadanos ante estas decisiones, pero ha subrayado que la prioridad del Ayuntamiento es la protección de la población.
Desde mayo, el protocolo ha resultado en el cierre del Retiro y otras áreas vitales en diez ocasiones, lo que representa un pequeño porcentaje de los días anuales en que los parques están cerrados. Sin embargo, los incidentes recientes, como el de una mujer gravemente herida al ser alcanzada por un árbol, han reavivado las críticas hacia la gestión del arbolado en la capital. Este árbol, que había pasado una inspección en febrero, estaba en condiciones comprometidas y su caída pudo haber sido exacerbada por el aumento de temperatura y las inusuales rachas de viento.
Los recientes fenómenos climáticos, incluida la ola de calor y las tormentas, ponen a prueba la salud de los árboles en los parques, que la ciudadanía ve como refugios donde escapar del calor abrasador. Almeida, consciente de la frustración pública, ha reiterado que la mayoría de los accidentes asociados a la caída de ramas suceden en los días de cierre de estos espacios, haciendo énfasis en los datos que presentan un grave riesgo de incidentes cuando las condiciones son adversas.
El alcalde ha propuesto a los partidos de la oposición la posibilidad de revisar el protocolo, siempre que se haga desde un enfoque técnico y con un consenso amplio. Almeida ha instado a los opositores a que si no desean cambiar el protocolo, lo expresen de manera clara en lugar de escudarse en excusas, enfatizando la importancia de la responsabilidad ante la seguridad pública.
Por su parte, los grupos opositores como Más Madrid y el PSOE han solicitado una revisión exhaustiva del estado del arbolado en la ciudad, así como planes específicos para mejorar la seguridad en los parques y zonas infantiles. No obstante, estos reclamos chocan con la postura del Gobierno municipal, que defiende la eficiencia del protocolo actualmente en vigor y descarta la necesidad de una zonificación que, según ellos, no garantizaría la seguridad necessária.
El delegado de Urbanismo ha explicado que pese a la preocupación por las caídas de árboles, se está intentando mantener abierto el Retiro el mayor tiempo posible para el disfrute de la ciudadanía. Este espacio, al ser un parque maduro, tiene un porcentaje elevado de ejemplares que podrían ser más vulnerables a condiciones climáticas extremas, algo que se ha evidenciado con el número de incidentes registrados en los últimos meses.
El protocolo de actuación, establecido en 2014 y endurecido en 2019 tras la trágica muerte de un niño por la caída de un árbol, se activa ante condiciones climáticas peligrosas. Los umbrales que determinan la activación del protocolo son establecidos por la Agencia Estatal de Meteorología, y una vez pasadas las alertas, se realizan inspecciones para garantizar la seguridad de los espacios públicos.
A medida que el verano avanza y las temperaturas continúan en aumento, tanto visitantes como vecinos del Retiro están atentos a las advertencias en redes sociales y paneles informativos, buscando disfrutar de la belleza de este parque con la certeza de estar protegidos ante el riesgo de accidentes. La gestión del arbolado y el protocolo de seguridad se mantiene como un tema candente en la conversación pública madrileña.
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