La ciudad de Madrid se prepara para llevar a cabo la desinstalación de los toldos en la emblemática Plaza del Sol, una operación que se prevé que se extienda durante tres semanas. Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de unos 200.000 euros, incluye también la reinstalación de las estructuras para el próximo verano, tal como ha indicado la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, desde Valdebebas.

García Romero ha señalado que el desmontaje de los toldos presenta su propio conjunto de complicaciones, similar a las que surgieron durante su montaje. Esto se debe a la necesidad de manipular cables y anclajes que sostienen tanto las estructuras como los bancos que están en la zona. La edil ha previsto que el proceso de desmontaje durará aproximadamente tres semanas.

La delegada ha explicado que se han realizado modificaciones en los bancos asociados a los toldos, e incluso algunos han sido enviados a Galicia para su desmontaje. Esto, junto con la adaptación de los cables a los edificios circundantes y el cumplimiento de las normativas patrimoniales, ha requerido una planificación meticulosa, dado que estas estructuras están bajo la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) y su diseño tuvo que ajustarse a las exigencias de la Comisión de Patrimonio.

García Romero ha defendido la inversión de 200.000 euros, resaltando que no se trata solo de los toldos en sí, sino de toda la obra civil que conlleva su instalación. Además, ha enfatizado que esta cantidad incluye no solo el desmontaje, sino también el almacenaje, limpieza y eventual reubicación de los toldos el año que viene, aproximadamente en mayo.

La delegada ha subrayado que la instalación de los toldos es temporal: “No es un elemento permanente, sino que debe ser montado y desmontado cada temporada”, ha dicho. Según su exposición, la cifra de 200.000 euros también contempla el nuevo montaje de las estructuras en la siguiente temporada.

Al ser consultada sobre la percepción del público respecto a los toldos, García Romero es optimista y considera que, en general, “sí han sido bien recibidos”. Ha destacado que, a pesar de los desafíos que supuso su instalación, se logró cumplir con las exigencias patrimoniales, que incluso dictaron aspectos como el color y el tipo de tela de los toldos.

La delegada ha manifestado su satisfacción con los resultados, afirmando que los toldos han logrado reducir la temperatura en la plaza entre 5 y 10 grados, según los estudios realizados por los técnicos del área. Además, ha recordado que los madrileños disfrutan de una Puerta del Sol totalmente peatonal, un logro que fue el resultado de un concurso de diseño arquitectónico en 2014, que recibió la aprobación de la Comisión Local de Patrimonio.