El caso de Dilawar Hussein, el hombre acusado de asesinar a tres hermanos en Morata de Tajuña, ha tomado un giro escalofriante durante el juicio celebrado recientemente en Madrid. Hussein se ha declarado culpable de los crímenes y ha admitido que usó una barra de hierro para acabar con la vida de los Gutiérrez Ayuso, alegando que escuchó "voces en su cabeza" que lo indujeron a cometer el acto violento.
El tribunal ha suspendido las deliberaciones y se espera un veredicto tras la presentación de los informes finales por parte de la fiscalía y la defensa. Al inicio de su declaración, Hussein expresó su arrepentimiento por los hechos ocurridos el 17 de diciembre de 2022, aclarando que no estaba en su sano juicio en ese momento.
“Mi salud mental estaba deteriorada y escuché voces. Intenté comunicarme con ellos, pero ante la amenaza de cuchillos, utilicé un palo que estaba a mi alcance”, explicó Hussein cuando fue cuestionado por el fiscal, revelando así el contexto perturbador que rodeó el ataque.
Hussein, quien asegura haber prestado a las hermanas Gutiérrez Ayuso la cantidad de 40.000 euros, se quedó sin recursos tras el cierre de su negocio. Vivió con las víctimas durante seis meses antes de la tragedia. Además, admitió que no se fugó a Pakistán tras el crimen debido a su precariedad económica.
Las razones detrás del homicidio están ligadas a una deuda considerable de 60.000 euros que las hermanas tenían con Hussein, quienes también se vieron atrapadas en una estafa amorosa perpetrada por individuos que se hacían pasar por militares en Afganistán y que implicaban el envío de dinero desde el locutorio que él gestionaba.
Durante su declaración en comisaría, Hussein confesó que utilizó una barra de hierro para acabar con la vida de los hermanos y que intentó destruir las pruebas incinerando sus cuerpos días después. Las investigaciones policiales revelaron dos juegos de huellas en la escena del crimen, evidenciando su presencia en el lugar. En sus declaraciones también afirmó estar "loco".
A lo largo del juicio, la fiscalía ha subrayado que las hermanas fueron víctimas de una estafa y que Hussein mostró clara intención de matar, dada la brutalidad con la que llevó a cabo los crímenes. La fiscal enfatizó que no se pueden considerar las atenuantes de confesión o de arrebato, argumentando que el impulso que conduce a un homicidio debe ser inmediato y temporalmente conectado al acto.
Con base en esto, la fiscal ha pedido que se imponga una pena de 36 años de prisión al acusado por los delitos de homicidio y quebrantamiento de condena, reconociendo un leve grado de alteración psíquica. Por su parte, la defensa ha solicitado una condena más benigna de siete años y medio, argumentando la existencia de un trastorno de personalidad en Hussein, quien, según ellos, es también una víctima en esta tragedia.
Las hermanas, que habían conocido a Hussein tras alquilarle una habitación, se vieron involucradas en la estafa amorosa que devastó sus finanzas y, por ende, su vida. En septiembre de 2023, un juez había impuesto una orden de alejamiento a Hussein debido a denuncias previas de acoso hacia una de las hermanas.
El alarmante silencio de las víctimas durante semanas llevó a los vecinos a informar a las autoridades, quienes finalmente encontraron los cuerpos en su domicilio el 19 o 20 de enero. Hussein fue arrestado pocos días después, reconociendo su culpabilidad durante el interrogatorio.
Los crímenes ocurrieron en la mañana del 17 de diciembre de 2023. Hussein llegó a la residencia y, tras saltar el muro perimetral, fue recibido por uno de los hermanos a quien agredió sin piedad con el objeto contundente. La misma suerte corrieron los otros dos hermanos, quienes también fueron golpeados en la cabeza, causando su muerte instantánea.
Finalmente, el 19 de diciembre de 2023, Hussein regresó al lugar para intentar ocultar sus actos macabros, prendiendo fuego a los cuerpos. Su detención se produjo el 22 de enero de 2024, y fue puesto en prisión preventiva un día después, tras confesar los horrendos crímenes.
Los análisis psiquiátricos revelaron que Hussein poseía una leve disminución de sus capacidades cognitivas durante el tiempo de los hechos, derivados de un trastorno de personalidad caracterizado por rasgos paranoides y un aumento de la frustración en su vida personal.
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