El tren sin pasajeros que descarriló en el túnel de alta velocidad entre Atocha y Chamartín será retirado por Adif y Renfe en horario nocturno para evitar interrupciones en las circulaciones.

El plan incluye seccionar el tren en varias piezas y extraerlo progresivamente del túnel, en un esfuerzo técnico y logístico sin precedentes para priorizar la seguridad de las personas involucradas.

La brigada de socorro de Renfe realizará las tareas, seguida por la brigada de incidencias de Adif que actuará sobre la infraestructura dañada.

El Ministerio de Transportes inicialmente planeaba retirar el tren el fin de semana pasado, pero finalmente se decidió realizar la operación de forma que no afecte la circulación en diversas jornadas nocturnas.

El informe preliminar del accidente reveló que el convoy estuvo "a la deriva y a gran velocidad" por más de 4 kilómetros.

La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios ya está estudiando el incidente, que involucró al tren 97015 y acabó con daños graves en la infraestructura del túnel.

El accidente ocurrió cuando la unidad del tren regional de alta velocidad serie 114 sufrió un fallo de tracción a la entrada de la estación de Chamartín, derivando sin control durante varios kilómetros hasta descarrilar en el túnel.

A pesar de los daños materiales, no hubo víctimas mortales ni heridos graves, destacando la intervención rápida y segura del personal involucrado en el accidente.

Este suceso se considera un accidente grave según la normativa, debido a la cuantía de los daños y su impacto en la seguridad ferroviaria.