El reciente debate sobre el estado del transporte público en Madrid ha cobrado una nueva dimensión tras la solicitud del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de retrasar las obras de soterramiento de la A-5. Este aplazamiento, que se prevé hasta marzo, busca asegurar un plan de movilidad alternativo que complemente la propuesta de un refuerzo del 40% en los servicios de Cercanías, anunciado anteriormente por el Ministerio.
Según declaraciones extraídas de fuentes oficiales del ministerio liderado por Óscar Puente, la situación actual podría considerarse "incoherente" si el Ayuntamiento persiste en implementar la gratuidad de la R-5 sin una participación financiera que garantice dicha medida. Esto se plantea en un contexto donde el Gobierno trabaja arduamente para aumentar la capacidad y frecuencia de los servicios de Cercanías de Renfe, que se ampliarán entre un 25% y un 40% en las horas punta, buscando así atender de manera más efectiva la demanda de los ciudadanos.
En respuesta a esta solicitud, el Ayuntamiento ha confirmado un incremento en sus propias líneas de transporte, anunciando un refuerzo del 7,3% en las líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que se verán afectadas, y un 9% en las líneas de metro. Sin embargo, el Ministerio considera que estas medidas podrían ser insuficientes. Existe la preocupación de que el servicio de autobuses interurbanos no sólo quede limitado a Cuatro Vientos, sino que se expanda para dar cobertura efectiva a todas las áreas de Madrid, resaltando que "todos los modos de transporte deben colaborar para ofrecer un servicio óptimo".
La propuesta es clara: no se puede desviar la demanda de transportes interurbanos hacia Cercanías sin asegurar que otros sistemas de transporte público también mantengan un nivel adecuado de servicio. Esto es esencial para coordinar esfuerzos entre las diferentes administraciones y garantizar que la solución al problema de movilidad sea integral y efectiva.
Adicionalmente, Adif, entidad vinculada al Ministerio de Transportes, ha revelado su intención de llevar a cabo una renovación completa de la línea C-5 de Cercanías, programando sus trabajos para que no se superpongan con las obras de la A-5. Se han introducido modificaciones en el plan de adecuación de la playa de vías en Atocha, buscando liberar tramos y maximizar así la eficiencia del servicio en la zona, especialmente durante las horas de mayor afluencia.
Con el objetivo de mejorar el funcionamiento del servicio, se prevé la creación de una vía auxiliar en la estación de Atocha que permitirá que algunos trenes de refuerzo operen en el trayecto Móstoles-Atocha sin necesidad de continuar hacia Fuenlabrada, lo que busca intensificar las circulaciones en ese trayecto en los momentos de mayor demanda.
Con todo esto en mente, el Ministerio ha reiterado la necesidad de retrasar las obras hasta marzo, con el propósito de que Adif disponga del tiempo necesario para finalizar sus trabajos y, de este modo, asegurar la efectividad del nuevo plan de movilidad propuesto.
Este martes se llevará a cabo una reunión crucial que reunirá a representantes del Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid, el Gobierno central, y otros municipios afectados por las obras de soterramiento. En este encuentro, se discutirá un plan definitivo de movilidad en torno a la A-5 y sus implicaciones en el tráfico urbano y regional.
Entre los asistentes se encontrarán figuras clave como Álvaro Fernández Heredia, secretario general de Movilidad Sostenible, y Marta Serrano, secretaria general de Transporte Terrestre, quienes serán responsables de transferir las preocupaciones y peticiones del Ministerio al resto de los organismos implicados en la discusión.
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