Crónica Madrid.

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Un monolito en Algete honra a Eva Blanco, víctima de violación y asesinato en 1997.

Un monolito en Algete honra a Eva Blanco, víctima de violación y asesinato en 1997.

El Ayuntamiento de Algete ha rendido homenaje a Eva Blanco Puig, la joven violada y asesinada en el municipio en 1997, inaugurando un monolito en su memoria y descubriendo una placa durante la emotiva ceremonia en la que estuvieron presentes sus padres.

El acto tuvo lugar en el parque que lleva el nombre de la joven, cerca de la ermita de Valderrey, donde fue vista por última vez el 19 de abril de 1997. Este espacio, inaugurado en 1998, se encuentra en la calle Miguel de Unamuno del municipio.

En conmemoración del 27 aniversario del hallazgo del cadáver, el alcalde de Algete, Fernando Romo, junto a los padres de Eva, Manuel y Olga, develaron la placa con la inscripción 'Tu pueblo te despidió, pero te recordaremos en vida', elegida por los progenitores.

El nuevo monolito, compuesto por dos piedras de granito superpuestas, representa el afecto eterno del pueblo de Algete hacia Eva y su familia, según destacó el alcalde, expresando que siempre permanecerán en los corazones y oraciones de la comunidad.

Además, el alcalde elogió el compromiso de la Guardia Civil en la identificación del presunto autor del crimen, Ahmed Chelh, encontrado sin vida en su celda de Alcalá Meco en 2016 antes de enfrentar juicio.

En un tributo musical, la Banda de Música Villa de Algete interpretó piezas dedicadas a Eva como parte del homenaje. Este acto se suma a otras muestras de recuerdo realizadas por el municipio desde la muerte de Eva Blanco.

El cuerpo de Eva Blanco, de 17 años, fue encontrado con signos de violencia y múltiples puñaladas en 1997, dando inicio a la investigación de su asesinato en la denominada 'Operación Pandilla'.

Tras exhaustivas pesquisas, fue en 2014 cuando un nuevo análisis del ADN hallado en el cuerpo de la víctima condujo a la identificación del culpable, 18 años después del crimen, como Ahmed Chelh.

Chelh, arrestado en Francia en 2015, declaró ante la justicia haber sido coaccionado a participar en el crimen, aunque su muerte en prisión puso fin a la instrucción del caso, dejando un misterio sin resolver sobre su participación en el brutal asesinato de Eva Blanco.