Crónica Madrid.

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Maroto podría unirse a los 'no aprobados' de Cibeles, sumándose a Ortega y Sánchez en su gestión.

Maroto podría unirse a los 'no aprobados' de Cibeles, sumándose a Ortega y Sánchez en su gestión.

MADRID, 19 de diciembre.

La portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, podría ser la próxima en sumarse a la lista de personajes reprobados por el Palacio de Cibeles. En este selecto grupo ya figuran el líder municipal de Vox, Javier Ortega Smith, y el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ambos marcados por polémicas en su actuación pública durante el mandato.

La razón detrás de esta potencial reprobación son los mensajes de WhatsApp intercambiados por Víctor de Aldama, presunto comisionista vinculado al 'caso Koldo', mientras Maroto era ministra de Turismo, Industria y Comercio. Esta situación ha llevado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, a exigir que la portavoz socialista presente su dimisión como concejala. Almeida ha anunciado su intención de solicitar formalmente la reprobación de Maroto en el Pleno programado para el próximo lunes, a través de una moción de urgencia.

Almeida ha calificado de "hechos gravísimos" los que la vinculan con una "organización criminal", enunciados que provienen de las declaraciones del Tribunal Supremo sobre la naturaleza de las acciones de Maroto. El primer edil ha decidido actuar en virtud de la gravedad de las acusaciones y ha enfatizado la necesidad de que los representantes públicos mantengan altos estándares de ética y transparencia.

Con el respaldo del PP, Maroto podría ser reprobada en el Pleno, compartiendo destino con Ortega Smith y Sánchez. Ortega, recordemos, fue reprobado en un Pleno extraordinario justo antes de la festividad de Reyes, después de un bochornoso incidente donde agredió verbalmente a un concejal de Más Madrid y lanzó un objeto en su dirección. La reprobación contó con el apoyo de Más Madrid, PSOE y PP, lo que denota un consenso, al menos en algunas áreas, sobre la necesidad de establecer límites claros en la conducta de los representantes públicos.

Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, ha denunciado la "normalización" de la violencia promovida por Vox, criticando la sustitución del debate democrático por gestos agresivos. Por su parte, Almeida ha instado a todos los concejales a exhibir un "plus de ejemplaridad", condenando la conducta intimidatoria de Ortega Smith y pidiendo una revisión del comportamiento político en el Ayuntamiento.

Ortega Smith no es nuevo en este contexto de reprobaciones. Ya recibió una sanción en el mandato anterior por su actitud hacia una víctima de violencia de género, a la que descalificó debido a su rol institucional. Su respuesta a la reprobación fue clara: "Me importa un bledo lo que digan". En enero, cuando se prolongó la reprobación, reiteró que le importaba “un re-bledo”.

La reprobación más reciente en Cibeles fue para Pedro Sánchez, quien fue objeto de un voto de censura el 27 de febrero. Los ediles del PP y Vox consideraron que su gestión perjudicó a Madrid al fallar en conseguir que la ciudad se convirtiera en sede de la Agencia contra el Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo. Almeida sostuvo que era fundamental que los representantes de Madrid expresaran su descontento y reprobaran a Sánchez por sus omisiones y por el ejercicio de sus funciones.

El primer intento de reprobación de Pedro Sánchez durante el actual mandato fue antes mencionado por Ortega Smith en noviembre, pero no prosperó. El PP, bajo la dirección de Almeida, se abstuvo en un acto que muchos consideraron vergonzoso, mientras que el PSOE y Más Madrid se opusieron al reproche.

Ortega Smith continuó criticando a la dirección del PP, instándoles a actuar con valor y a dejar de ser "gallinas". Describió su falta de apoyo en la reprobación como una falta de agallas y una tendencia a escapar de la responsabilidad política.

Aún más llamativa fue la reacción de Maroto, quien también intentó llevar a cabo un proceso de reprobación contra Ortega Smith, argumentando que no puede ser representante de los ciudadanos durante el día y alentar a la violencia de noche. Sin embargo, su intento fracasó debido a la mayoría del PP que se opuso a su moción de urgencia.

Finalmente, David Pérez, concejal-presidente de Hortaleza, también evadió una reprobación. Su rechazo fue respaldado por los votos de su partido, el PP, y Vox, en un Pleno extraordinario que muchos consideraron una cacería política impulsada por la izquierda. Pérez defendió su gestión señalando que su enfoque siempre ha sido benefactor hacia las familias y que la crítica no es más que un ataque desmedido basado en falsedades.