En Madrid, el 4 de noviembre, se revelan nuevas e inquietantes informaciones en torno al caso que envuelve a Alberto González Amador, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, ha afirmado en un juicio celebrado en el Tribunal Supremo que se vio obligado a hacer pública la existencia de un correo electrónico clave sobre negociaciones con la Fiscalía, tras sentir que la situación requería su intervención.

Durante su declaración, Rodríguez evidenció que el abogado de González Amador, Carlos Neira, había enviado un mensaje a la Fiscalía el 2 de febrero de 2024, sugiriendo que su cliente podía reconocer algunos delitos fiscales a cambio de evitar una pena de cárcel. Esta información comenzó a circular después de que el 13 de marzo, supuestamente, el propio González Amador le hiciera llegar un 'pantallazo' de un correo donde se evidenciaba que el fiscal Julián Salto estaba abierto a negociar un acuerdo.

Rodríguez explicó que, al observar un informe de La Sexta que insinuaba que la defensa era la responsable de iniciar las negociaciones, decidió publicar el 'email'. Según él, su objetivo era "desmentir" tales afirmaciones y brindar claridad en medio de las especulaciones de la prensa. Curiosamente, esa noticia de La Sexta se difundió después de que 'El Mundo' informara que fue la Fiscalía quien realmente buscaba el pacto de acuerdo.

El jefe de gabinete admitió que en ese momento contaba solo con un fragmento del correo electrónico remitido el 12 de marzo, ignorando que había un documento previo del 2 de febrero que mostraba que la iniciativa partió del propio abogado de González Amador. Al ser cuestionado sobre por qué incluyó en su mensaje que el acuerdo se había detenido por "órdenes de arriba", sugirió que era una inferencia lógica, con la pregunta retórica: "Si el acuerdo no se ha concretado, ¿quién lo ha detenido?"

Rodríguez también comentó que, antes de que el medio 'eldiario.es' diese a conocer la investigación fiscal en marcha, varios periodistas, incluyendo redactores de 'El Mundo', ya le habían solicitado el contacto de González Amador, mostrando un claro interés mediático en el caso. Sin embargo, insistió en que no había sido una fuente para 'El Mundo', reconociendo su labor como el primer medio en arrojar luz sobre las negociaciones con la Fiscalía.

Ante las preguntas de la Abogacía del Estado, que indagaban si su conocimiento sobre la inspección fiscal a González Amador se debía a su situación como persona privada o por su relación con la presidenta, Rodríguez respondió que ambas razones son indisolubles, aunque subrayó que Ayuso jamás le había comentado sobre el asunto, manteniéndose al margen de las circunstancias.

Finalmente, la defensa dejó entrever que existía una especie de "campaña" por parte del Gobierno regional para desacreditar el caso ante la opinión pública. Rodríguez no dudó en afirmar que existe una línea de pensamiento común entre la presidenta y su equipo, sobre todo en un contexto donde las tensiones políticas han llevado a ataques verbales desde el Gobierno central. "Si todos los días estás expuesto a ataques, es comprensible que se cuestione la veracidad de las acusaciones", concluyó.