Rita Maestre, candidata de Más Madrid a la Alcaldía, ha presentado un plan para clausurar las viviendas turísticas ilegales, de las cuales señala que 17.000 son ilegales, para culpar de esta situación al actual alcalde, José Luis Martínez-Almeida, por su "falta de control". El plan incluye la revisión del plan de hospedaje del mandato anterior para mejorarlo endureciendo las condiciones en las que viviendas y edificios pueden convertirse en hoteles y una estrategia fiscal de multas e incentivos para ayudar a los propietarios de VUT a incorporarlas al mercado del alquiler.
Asimismo, se propone la puesta en marcha de un nuevo Observatorio de vigilancia y control del mercado inmobiliario y la creación de un registro único de viviendas turísticas, con la colaboración de las tres administraciones, para contrastar si las viviendas tienen los permisos y pagan los impuestos por la actividad económica que realizan. Con ese registro se podrá sancionar y clausurar los pisos que no se ajusten a la normativa urbanística, sectorial o fiscal.
La candidata ha pedido instar al Gobierno de España para que, a través de la Ley de Vivienda o la de Consumo, acuerde con las plataformas que sólo publiquen en sus webs las VUT que tengan licencia. Además, Maestre se compromete a crear un cuerpo de inspección específico, similar al del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), para que controle el correcto uso de las viviendas en Madrid.
El plan de la candidata contempla la reactivación del plan de inspección sobre las viviendas de uso turístico procediendo al cierre de todas aquellas que no cumplan la normativa urbanística. Maestre ha lamentado la falta de control del alcalde Martínez-Almeida, que ha reducido el cuerpo de inspectores de 40 a 10.
Rita Maestre se ha comprometido a cambiar el gobierno de la ciudad porque depende de su voluntad política actuar o no contra este negocio ilegal que tiene consecuencias directas en la calidad de vida de los vecinos. La candidata ha lanzado una crítica hacia los demás partidos políticos, diciendo que se pierden y hacen perder el tiempo en polémicas protocolarias, en discusiones que le interesan más o menos al cero por ciento de los madrileños.
Desde la Asociación de Vecinos de Sol y Barrio de las Letras se lamenta la expulsión del centro de miles de vecinos, lo que está convirtiendo los barrios más castizos de Madrid en lugares sin vida, sin vecinos, dedicados sólo al turismo ilegal.