Madrid impone un máximo de 250 licencias anuales para artistas callejeros con restricciones de proximidad a viviendas.
MADRID, 10 de diciembre.
El Ayuntamiento de Madrid ha decidido imponer nuevas restricciones a la actuación de músicos callejeros, estableciendo un límite anual de 250 autorizaciones. Esta medida, que responde a diversas quejas por parte de los vecinos, incluye la disposición de mantener una distancia mínima de tres metros en los accesos a viviendas, locales comerciales y salidas de emergencias, como se detalla en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid (BOAM).
Bajo la reciente instrucción firmada por Carlos Seguro, el concejal presidente del distrito Centro, todos los músicos, ya sean solistas o integrantes de bandas, deberán obtener una autorización individual para poder ejercer su actividad. Esto implica que cada artista tiene que presentar su propia solicitud, ya que la normativa tiene un enfoque claro en regular las actuaciones musicales en los espacios públicos, excluyendo cualquier otra forma artística como teatro, danza, poesía o mimo.
Las autorizaciones que se otorguen serán estrictamente personales e intransferibles, prohibiéndose su cesión o transmisión a terceros. Esta medida busca regularizar la presencia de músicos en las calles de Madrid y dotar de un marco legal que organice esta práctica, facilitando la convivencia en las áreas donde se desarrolle.
Asimismo, el Ayuntamiento ha fijado espacios específicos y horarios para las actuaciones musicales. En las zonas más sensibles, como determinadas plazas, se ha prohibido la amplificación sonora y el uso de percusiones, con horarios limitados de viernes a domingo, de 12 a 14 horas y de 18 a 21 horas. Algunos de los espacios afectados incluyen emblemáticas plazas como la de la Armería, Jacinto Benavente, Tirso de Molina, así como calles como Arenal y Paseo del Prado.
Los patrones detrás de esta regulación son claros: se pretende buscar un equilibrio que permita la actividad de los músicos de calle y, al mismo tiempo, respete los derechos de los comerciantes y de los vecinos al descanso. Además, se busca una correcta utilización de los espacios públicos, asegurando que las interpretaciones musicales se realicen bajo criterios de calidad y en un entorno que cumpla con las normativas medioambientales y de seguridad.
En el caso del popular mercado de El Rastro, se establece que esta zona será segmentada en diferentes tramos. Los músicos que deseen actuar deberán coordinar sus intervenciones con comerciantes y vendedores ambulantes, fomentando un diálogo que contemple los intereses de todos los actores involucrados.
Además, es importante señalar que se requiere que los músicos mantengan una distancia de 75 metros entre ellos y que se adhieran a los límites de los niveles sonoros permitidos, contribuyendo así a un ambiente más armónico en la capital española.
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