Crónica Madrid.

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Madrid cerrará la planta de incineración antes de 2035 si logra reducir los residuos al 10%.

Madrid cerrará la planta de incineración antes de 2035 si logra reducir los residuos al 10%.

La reciente controversia sobre el manejo de residuos en Madrid ha tomado un giro significativo, ya que el alcalde José Luis Martínez-Almeida ha defendido firmemente el proceso de incineración frente a las críticas de la izquierda. Almeida subraya que la Unión Europea respalda esta práctica como una opción más eficiente en comparación con los vertederos, lo que pone de manifiesto la divergencia de opiniones entre las diferentes facciones políticas en el ámbito de la gestión ambiental.

En un anuncio hecho el pasado 7 de enero, Almeida confirmó que Madrid no esperará hasta el año 2035 para clausurar la planta de incineración de Las Lomas, ubicada en Valdemingómez. Esta decisión dependerá de si la capital española logra reducir los residuos destinados a vertederos por debajo del 10%, un objetivo que actualmente se sitúa en un preocupante 40%. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, enfatizó que, si se alcanza esta meta antes de la fecha marcada, la planta podría cerrarse anticipadamente.

Carabante explicó que el objetivo del 10% proviene de la legislación europea, y que el cierre de la planta de incineración sería posible si se demuestra que hay suficiente capacidad en los vertederos. De hecho, se aspira a cumplir con dos objetivos importantes de la Unión Europea: que al menos el 65% de los residuos sean reciclados o reutilizados y que el vertido no exceda el 10%. Sin embargo, reiteró que, en el estado actual de generación de residuos en la ciudad, la incineración sigue siendo un recurso necesario.

El delegado destacó que "la mayoría de los países europeos prácticamente no cuentan con vertederos", ya que la incineración se posiciona como una alternativa preferible según la pirámide de prioridades de la Comisión Europea. Criticó la postura de la izquierda en España, señalando que sólo en Madrid se respalda el uso de vertederos frente a la incineración, la cual presenta un menor impacto ambiental.

Además, Carabante recordó que en 2018, bajo la gestión de Manuela Carmena, se alcanzó un récord en términos de incineración en Madrid, lo que refleja un uso intensivo de esta práctica en comparación con otras regiones de España. Al preguntarse sobre la posibilidad de que Madrid cumpla su objetivo para 2035, se mostró optimista y señaló que las iniciativas actuales buscan promover una economía circular y una gestión de residuos más eficiente.

Para lograr estos ambiciosos objetivos, Carabante indicó que se requiere una inversión cercana a los cien millones de euros en la planta, que ya tiene más de 30 años y necesita actualizarse para cumplir con los estándares tecnológicos modernos y disminuir las emisiones generadas.

A pesar de que actualmente Madrid se encuentra alejada del 10% de residuo destinado al vertedero, Carabante destacó que ha habido avances significativos en la recogida selectiva de residuos en los últimos años, lo cual ha permitido una mejora notable en la gestión de la materia orgánica. Es crucial, añadió, fomentar una mayor concienciación ciudadana acerca de la importancia de un consumo responsable para abarcar estos desafíos de forma efectiva.

Asimismo, Carabante adelantó que en breve se espera la aprobación definitiva de la Estrategia de Residuos, un plan que pretende alinear a la ciudad con los objetivos europeos sobre economía circular y sensibilización de la población. Resaltó los logros en la disminución de quejas de los vecinos relacionadas con olores, destacando que desde 2018, ha habido una reducción del 80%, gracias a inversiones significativas en desodorización de las plantas de tratamiento.

Por su parte, Almeida dirigió sus críticas hacia la izquierda, señalando que el debate sobre incineración, que frecuentemente se plantea por estas facciones, contraviene las recomendaciones de la Unión Europea. "La incineración es mejor que el vertedero", puntualizó, reiterando su compromiso de trabajar para alcanzar el 10% de residuos vertidos, lo que permitiría eventualmente prescindir de la incineración.

El alcalde concluyó resaltando los esfuerzos por mejorar la tecnología de tratamiento de residuos, clarificando que, aunque el año 2018 fue récord en incineración, su administración ha invertido 150 millones de euros en modernizar los procesos y abordar problemas como el olor en las plantas. Ante las críticas de la izquierda, cuestionó dónde se deberían establecer los vertederos, preguntando a los ciudadanos cuáles serían sus preferencias en cuanto a la ubicación de estos, enfatizando que, si no es viable la incineración, necesariamente habrá que recurrir a vertederos para todos los residuos no tratados.