El detenido va a ser movido nuevamente esta mañana al paraje donde se encontraron los restos óseos
MADRID, 27 Oct.
La jueza que inspecciona el delito de Juana Canal, la vecina de Ciudad Lineal desaparecida hace 19 años, autorizó el pasado septiembre un pinchazo telefónico para supervisar las diálogos de la expareja de la víctima una vez que la investigación se reabriera a causa de la aparición en 2019 de un fémur y un cráneo en un paraje cercano a Navalacruz, han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso y ha adelantado 'El Planeta'.
Según las pesquisas, la expareja se habría delatado en entre las diálogos telefónicas e inclusive habría apuntado a la viable participación de una tercera persona en el traslado del cadáver del piso de la calle Boldano de Ciudad Lineal donde se habría ejecutado presuntamente al delito a la región frondosa de Ávila donde se están hallando los huesos.
La expareja de Juana, feriante de profesión, fue detenida ayer una vez que el dispositivo de búsqueda hallara hace unos días mucho más restos óseos en exactamente el mismo paraje de Ávila donde se encontraron mucho más huesos en 2019.
El hombre fue detenido cerca de Torrejón de Ardoz y se le trasladó a la finca de Ávila próxima al rincón donde se dieron a conocer los restos en un dispositivo grupo de Policía Nacional y la Guardia Civil. Hoy asimismo va a ser movido a este sitio a fin de que participe y colabore en la inspección de una caseta situada en este paraje.
Fuentes de la investigación consultadas por Europa Press reafirmaron que en las batidas en la región de Navalacruz se habían encontrado restos óseos, pendiente de análisis, correspondientes a un fémur y la cadera.
La Policía Nacional y la Guardia Civil de Ávila pusieron en marcha el pasado 17 de octubre en el término municipal de Navalacruz un dispositivo de búsqueda de restos fatales de Juana Canal Luque, la vecina de Ciudad Lineal desaparecida en el mes de febrero de 2003 y cuyo cráneo apareció en 2019 en esta región.
La búsqueda se centraba en una región de Ávila frecuentada por el sospechoso, la pareja de Juana de entonces, y donde se halló el cadáver en 2019. Una de las hipótesis de la Policía es que la víctima fue asesinada en su piso en Madrid y más tarde su cadáver fue movido.
La mujer, que en 2003 tenía 38 años y vivía en Madrid con sus hijos y su novedosa pareja, desapareció tras una fuerte discusión con este. Fue el 22 de febrero de ese año en el momento en que entre los hijos regresó al residencia tras pasar la noche fuera y halló una nota redactada por la pareja de su madre, que le señalaba que habían tenido una fuerte discusión y que ella había salido corriendo y no había logrado hallarla.