Lobato se adueña de la militancia y el poder territorial para frenar la influencia de Ferraz en el PSOE-M.
Los críticos de la actual dirección del PSOE-M han optado por el silencio hasta concluir el Congreso Federal, pero han dejado claro su mensaje: "El consenso es que Juan no puede continuar en su puesto".
En MADRID, a fecha de 24 de noviembre, el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha estado trabajando en los últimos días en reforzar su posición dentro del partido, proponiéndose como el hombre que puede desactivar a cualquier rival que la dirección nacional intente colocar frente a él. Su estrategia se basa en tres pilares clave: la militancia, la influencia de los alcaldes y un profundo conocimiento del territorio.
Desde hace tiempo, Lobato ha enfatizado la importancia de la militancia en sus discursos, intentando así posicionarse como la voz auténtica de las bases frente a las influencias externas que provienen de Ferraz. A esto ha añadido su poder institucional, apoyado por diversos alcaldes, y su constante recorrido por la región, especialmente desde el comienzo de este año.
A pesar de que la campaña electoral comenzará oficialmente en diciembre y las votaciones estén programadas para enero —el día 11 en primera vuelta y el 18 en segunda—, Lobato ha iniciado el nuevo curso político con la claridad de que desea renovar su liderazgo al frente del PSOE en Madrid, aunque hasta el momento no se ha presentado ninguna candidatura que le dispute ese cargo.
El verano fue una etapa compleja para Lobato, quien tuvo que enfrentar las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que subrayó las diferencias entre el PP y el PSOE en las elecciones europeas en la región. Además, el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, quien había competido con él en las pasadas primarias, no ha dudado en criticar su gestión.
El 27 de septiembre, en un acto público, Lobato se quejó: "Llevamos 30 años faltando al respeto a los votantes en Madrid. No ha habido un solo mandato en las últimas décadas con el mismo secretario general y portavoz. Cada dos años cambiamos y, seis meses antes de las elecciones, surge una nueva idea". En esa misma intervención, exigió claridad sobre las razones para destituirlo del liderazgo del partido.
Con sus palabras, Lobato comenzó a trazar un discurso en el que Madrid padece las consecuencias de la dirigencia nacional, argumentando que el PSOE nunca toma en serio a la comunidad, lo que provoca que no se les dé el espacio necesario para constituir "un equipo, un proyecto sólido que generé un liderazgo claro y reconocible".
Desde su entorno, Lobato ha promovido la idea de que estas primarias representen una oportunidad para que la militancia envíe un mensaje potente a la sociedad madrileña, resaltando la importancia del trabajo y la perseverancia en este proceso.
No es la primera vez que Lobato manifiesta su desacuerdo con decisiones del partido; junto a su homólogo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sido uno de los escasos voceros en cuestionar tanto la posible amnistía como la singular financiación catalana. En relación con esta última cuestión, elaboró un documento de diez páginas sugiriendo cómo integrarla en el sistema autonómico y resaltando los riesgos que conllevaría según la propuesta actual del pacto PSC-ERC.
Asimismo, Lobato se mostró alineado con las críticas de su colega de Castilla y León, Luis Tudanca, sobre las "filtraciones" dentro del partido, aunque su enfoque fue menos directo. Mientras Tudanca acusó directamente al secretario de Organización, Santos Cerdán, Lobato prefirió generalizar, indicando que han "pasado a todos", y enfatizando que llevaba un tiempo observando artículos y rumores sobre posibles candidatos al liderazgo en Madrid.
Durante estos meses, han circulado diferentes nombres entre los posibles retadores, incluyendo alcaldes como Javier Ayala de Fuenlabrada, Sara Hernández de Getafe, ministros como Félix Bolaños, y otros funcionarios como el delegado del Gobierno, Francisco Martín.
Recientemente, se sumó a la lista de contendientes Óscar López, exjefe de Gabinete de Sánchez y actual ministro de Transformación Digital y de Función Pública, quien fue mencionado en una serie de rumores que Lobato abordó en su encuentro del jueves con la concejala de Madrid, Enma López.
Para desmantelar esos rumores, Lobato bromeó: "Si dijeran que Michelle Obama quiere encargarse del PSOE de Madrid, y se comprometiera a ir a inaugurar agrupaciones y hacer asambleas locales, me lo replantearía", dejando claro que no ve a nadie actualmente que pueda movilizar a las bases de manera significativa para hacerle sombra.
A lo largo de las semanas recientes, Lobato ha afirmado recibir mensajes de respaldo de varios alcaldes, quienes le han manifestado su apoyo al abrir el proceso, argumentando que es "fundamental que el proyecto en Madrid continúe".
Su equipo ha reiterado que el apoyo de la militancia se construye en las comunidades, a menudo visitando agrupaciones y municipios, un esfuerzo que han mantenido durante dos años y medio, incluso antes de que se avizorara la celebración de estas primarias.
“No hay mejor testimonio de lo que significa el trabajo y la perseverancia que el que muestran a diario los alcaldes, concejales y portavoces socialistas en los 179 municipios de la Comunidad de Madrid", apuntaron desde su equipo.
El primer alcalde en expresar públicamente su apoyo a Lobato fue Javier Corpa, de San Fernando de Henares, quien gobierna en esa localidad con mayoría. "¿Y si probamos a consolidar un liderazgo y un proyecto?, igual acertamos, porque cambiar de liderazgo y proyecto cada cuatro años ya sabemos que lleva al fracaso", planteó en sus redes sociales tras la aparición de Óscar López en el debate.
El regidor de Parla, Ramón Jurado, quien ya había respaldado a Lobato frente a Ayala en 2021, también ha manifestado su apoyo en esta ocasión, enfatizando que ha comprobado de primera mano el compromiso de Lobato con los madrileños, en especial con la ciudad de Parla.
El pasado lunes, Lobato continuó cimentando su camino hacia las primarias presentándose como "la vía de unidad" dentro del partido mientras afirmaba contar con el respaldo de "la inmensa mayoría de la militancia". No obstante, reconoció que sus opositores también tienen el derecho de presentar una alternativa.
“Aún tienen tiempo”, destacó Lobato, señalando que la falta de otra lista sería un acontecimiento sin precedentes en la federación madrileña en 30 años, desde la época de Rafael Simancas, debido a la tensión interna existente.
Sin embargo, la mayoría de los miembros del PSOE en Madrid no consideran que esta sea una posibilidad real. Fuentes del sector crítico se rieron cuando Lobato se comparó a sí mismo con Barack Obama, afirmando: "Él dice que no hay una Michelle Obama, como si él fuera el Barack", subrayaron, a la espera de que se designe un candidato que probablemente no se conocerá hasta después del Congreso Federal de Sevilla, que debe centrarse en Pedro Sánchez y el proyecto nacional del partido.
El consenso, según estas fuentes, es que "Juan no puede seguir", añadiendo que Lobato ha intentado conseguir que los alcaldes muestren públicamente su apoyo en redes, pero con escaso éxito hasta ahora.
Por lo pronto, la cautela parece ser la norma en los diferentes territorios. De acuerdo con críticos de Lobato, "él es el único que está hablando de esto", y han cuestionado su estrategia de presentarse como la víctima de Ferraz, a pesar de haber contando con su respaldo en 2021.
Estos críticos creen que, al enfocarse únicamente en su figura y las primarias, Lobato ha cometido un error estratégico, perdiendo la oportunidad de capitalizar la debilidad de Más Madrid tras el escándalo Errejón y atraer a votantes, sobre todo mujeres y feministas que actualmente se sienten "huérfanas" en el contexto de la política madrileña. "Deberíamos estar en una posición de ganar votos de Más Madrid, pero, en cambio, hemos caído en la estrategia de Ciudadanos", concluyeron estas voces disidentes.
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