El trágico accidente que acabó con la vida de un joven español de 25 años la noche de ayer, al ser arrollado por un vehículo mientras intentaba cruzar de forma indebida la M-30, tuvo su origen en una persecución policial, según ha informado una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid a Europa Press.
La trágica historia comenzó pasadas las 23 horas del jueves en el bullicioso barrio de la Elipa, que se encontraba en plenas festividades. Una patrulla de la Policía Nacional observó a un individuo conduciendo a alta velocidad un vehículo de alquiler con las cuatro luces encendidas, por lo que le ordenaron detenerse.
Ante la negativa del conductor a detenerse, se inició una peligrosa persecución que llevó al joven a adentrarse en la M-30 por Arturo Soria. Tras chocar con otro vehículo, el individuo abandonó su coche en el kilómetro 2 de la carretera de circunvalación, en el distrito de Chamartín.
A pesar de las advertencias de los agentes, el perseguido decidió intentar cruzar la transitada M-30 por los carriles centrales, lo que desencadenó en su trágico atropello y fallecimiento casi instantáneo por el impacto de otro vehículo. Los equipos sanitarios del Samur-Protección Civil no pudieron hacer nada para salvarlo, mientras que el conductor del vehículo involucrado quedó conmocionado y necesitó ser atendido por una psicóloga del Samur.
La investigación del suceso está a cargo de la Comisaría Judicial de Tráfico de la Policía Municipal de Madrid, con la colaboración de la Policía Nacional. Aunque se desconocen las motivaciones que llevaron al fallecido a huir de las autoridades, se realizará una autopsia para determinar si estaba bajo la influencia de sustancias nocivas y se examinará su vehículo en busca de más pistas.
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