• jueves 23 de marzo del 2023
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El joven que hirió a un sanitario en el Metro manifiesta que fue un golpe "autoreflejo" al sentir "pavor" del pasajero

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El acusado y la víctima sostienen ediciones contradictorias con relación a de qué manera se causó el golpe

MADRID, 27 Feb.

El joven que hirió a un sanitario en el Metro de Madrid por solicitarle que se colocara la mascarilla ha aducido en el juicio que le golpeó con el brazo sin intención de hacerle daño al sentir pavor al haberle pegado un puñetazo antes la víctima, negando haberle golpeado con un elemento contundente.

La agresión se causó sobre las 22.30 horas del 13 de julio de 2021 dentro de un vagón de la Línea 1 en el momento en que se encontraba en vigor la normativa de su empleo obligación en el transporte. Tras el despiadado golpe, le espetó: "Gilipollas, esperemos te mueras".

El sanitario, entonces enfermero del Hospital 12 de Octubre, perdió la visión de un ojo por la gravedad de la lesión. Los hechos han quedado grabados por las cámaras del suburbano, que daban a conocer que el atacante era la única persona que no llevaba mascarilla.

"Sentí pavor y fue un acto autoreflejo. Sentí que venía a por mí", ha subrayado Juan C.L.C., quien encara una solicitud fiscal de 8 años y medio de prisión por un delito de lesiones. La defensa pide que se le condene por lesiones irresponsables con la atenuante de consumo de substancias. El fiscal y la acusación especial demandan que sea expulsado de España una vez cumpla tres cuartos de la pena. 

Los presentes presenciales coinciden en que el atacante se mostraba "muy violento" y también insultaba a los usuarios en el momento en que éstos le recriminaron su actitud. Sin embargo, otros afirman que la víctima "perdió el control" y también reprendió al acusado.

Procesado y víctima sostienen ediciones contradictorias en lo concerniente a de qué manera se causó el golpe. Mientras Juan Camilo manifiesta que le hirió con un brazo, el herido mantiene que ha podido ser con un elemento contundente. Los presentes no vieron con qué se causó la lesión y sospechan que ha podido ser con el móvil inteligente.

En las cuestiones anteriores, la letrada protectora ha pedido la suspensión del juicio al estimar que no están acreditadas la gravedad de las lesiones que padeció el herido, un radical al que se ha contrario el fiscal y el tribunal.

En su declaración, el acusado ha contado que ese día estaba en la Línea 1 oyendo música con la mascarilla puesta pero sin que le cubriese la nariz. En un instante preciso, una pasajero se le aproximó y le solicitó de manera "combativa y también intimidatoria" que se colocara bien el cubrebocas.

"Me ha dicho tres ocasiones; súbete la puta mascarilla. Me entró bastante temor y pavor", ha recordado. Según su versión, esta persona le dió un puñetazo y empezó a sangrar. Le comentó entonces que no deseaba inconvenientes y en el momento en que iba a bajar del vagón, sintió que exactamente el mismo hombre se aproximaba.

"Sentí que venía a por mí. Fue un golpe autoreflejo con el brazo pues le procuré espantar sin intención de hacerle daño. Vi que caía y me bajé del andén", ha detallado.

En frente de su versión, la víctima ha contado que el chaval no deseaba ponerse la mascarilla y se puso belicoso, dándole un puñetazo para defenderse. Cuando salió a bajar del vagón, sin mediar palabra le dió un fuerte golpe en la cara con un elemento punzante.

"Prácticamente me comienza la cabeza, se me nubló la visión. Le escuché decir; esperemos te mueras", ha recordado el sanitario, quien niega haberle reprendido. Tras terminar el interrogatorio, se ha levantado y ha dirigido una observación al procesado.

El golpe le dejó una grave lesión ocular y perdió la visión del ojo derecho. Desde entonces, no puede trabajar y se somete a revisiones por semana. El enfermero, que trabajaba en el servicio de emergencias hospitalario, demanda en término de compromiso civil 80.383,69 euros por las consecuencias.

En la etapa testifical, múltiples presentes han contado que el chaval no llevaba la mascarilla pese a la obligación de llevarla, lo que provocó un episodio violento entre 2 usuarios. Según los presentes, el acusado se encontraba "muy violento" y también insultaba a la gente el vagón.

" Una persona se negaba a ponerse la mascarilla y un pasajero se encaró. Le mencionó que si no se podía la mascarilla, se la ponía él y se la subió. El chaval le empujó y le echó para atrás. Y se volvió a bajar la mascarilla. Me puse en medio", ha contado una de la gente que iba en el vagón.

En la prueba pericial, un forense ha expuesto que la víctima padeció una lesión grave al reventarle el globo ocular, lo que condujo a la pérdida de la ocupación del ojo derecho. Además, ha señalado que esa lesión se podría haber producido por un puñetazo o un elemento muy contundente como un bate de béisbol o una pelota.

Los hechos sucedieron en el camino comprendido entre las estaciones Cuatro Caminos y Alto del Arenal. Cuando el convoy estaba a la altura de esta última estación, en Puente de Vallecas, un febrero que viajaba en exactamente el mismo, reconocido como G. M. C., requirió a un joven de nacionalidad colombiana de 20 años a fin de que se pusiese la mascarilla.

Según el relato del Ministerio Fiscal, el enfermero demandó en reiteradas ocasiones al pasajero que se colocara "adecuadamente" la mascarilla, ya que la llevaba puesta a la altura de la barbilla sin contemplar nariz y boca. Aunque otros usuarios del convoy se unieron a este llamamiento, el acusado se negó "repetidamente" a ello.

En un instante particular, nuestro enfermero fue quien puso la mascarilla al hombre, con lo que empezó entre los dos una discusión donde se publicaron mutuamente patadas y puñetazos hasta el momento en que fueron separados por otros individuos, sin secuelas lesivas para ninguno de ellos.

Cuando en el momento en que el vagón se detuvo en la parada de metro Alto del Arenal, y antes de salir de su interior, el acusado, "con ánimo de menoscabar la integridad física" del enfermero, le dio un puñetazo en el ojo con el borde del móvil que llevaba en la mano, mientras que le chilló "gilipollas, esperemos te mueras". A continuación, escapó del sitio.

A consecuencia de este golpe, según la Fiscalía, el enfermero sufrió la "pérdida servible, completa y también irreversible" del ojo derecho, aparte de otras lesiones. "Las consecuencias oculares que muestra "le suponen un perjuicio ética por pérdida de calidad de vida en nivel rápido", apunta.


El acusado fue detenido el día 19 de julio de 2021 y está en prisión provisional desde 21 de julio de 2021. La Fiscalía recuerda, además de esto, que Juan C. L C. "no ha aportado documentación alguna que le deje mantenerse en España" y que tampoco consta "la presencia de razón alguna que justifique su permanencia en España".

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