La jueza desecha que haya otra gente implicadas en oposición a las supones de la familia
MADRID, 1 Mar.
El asesino de Milena S. C., la joven de 20 años asesinada por un cliente en su piso de la calle Fray Luis de León de la ciudad más importante, procuró estrangular a otras 'escorts' en los juegos sexuales que acostumbraba a entrenar con las chicas que contrataba por medio de una comunidad que ofrecía estos servicios.
De este modo consta en un coche, al que tuvo ingreso Europa Press, en el que la jueza que instruye la situacion, titular del Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid, rechaza la práctica de múltiples diligencias al letrado de la familia y autoriza el desprecinto de la vivienda donde Alfonso Fidel B. A. cometió el macabro delito.
En la resolución, la juez desecha que en el delito estuviesen implicadas otra gente al acabar que Milena murió ahogada entre las 12 y las 16.32 del 22 de noviembre de 2022 en el lapso de la práctica de relaciones íntimas llevadas a cabo por su atacante. Tras matarla, el asesino se suicidó tres días después.
La jueza repudia la solicitud de la madre a fin de que se realice una exclusiva inspección ocular al estimar esa diligencia "superflua" al comparecer de manera inmediata tras el descubrimiento del cuerpo en el piso la Brigada Provincial de Policía Científica.
Además, adelanta que la instrucción se va a cerrar en el momento en que reciba la integridad de los reportes atentos, entre ellos el informe definitivo de autopsia a efectuar por los forenses del Instituto de Medicina Legal.
La resolución recopila el testimonio de 2 prostitutas a las que acostumbraba a contratar el asesino por medio de la citada comunidad. En sus citas practicaba lo que se conoce como 'choking', consistente en estrangular a la mujer hasta perder el saber, y 'roll play', que se apoya en imaginar historias que se hacen en la relación íntima.
Según su declaración, a Alfonso les planteaba estrangularlas hasta el momento en que perdiesen el saber, "intentándolo con sus manos, una bufanda o una toalla". En el en el caso de que no les encantaría continuar con el juego, las chicas debían decir 'colorado' o ofrecer "golpecitos" en el suelo.
Al día después del delito, el asesino quedó con una de estas chicas e inclusive la llevo a su piso de la calle Fray Luis de León, donde estuvieron hasta las cinco de la tarde. Le confesó entonces su intención de suicidarse. No era la primera oportunidad que le charlaba de ese tema, más que nada una vez que le comunicaran que sufría cáncer.
Días después, el 26, unos amigos fueron a revisar si Alfonso se encontraba bien al no responder a los mensajes y confirmaron que se había ahorcado, dejando una nota manuscrita en el que solicitaba que no le enterrasen o donase su cuerpo a la ciencia.
La resolución señala que esa tarde, estas personas asistieron nuevamente al hogar y uno abrió el candado del cuerpo en el que se encontraba el cuerpo de la joven. Lo vio pero creyó que era una muñeca y le comentó a su acompañante que no entrara por el hecho de que en el cuarto había fotografías "muy gore y una muñeca".