El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado el inicio de la primera línea de bus rápido, que cuenta con carriles segregados y vehículos eléctricos cero emisiones para conectar Valdebebas, Sanchinarro y el Hospital Ramón y Cajal. La línea de autobús será operada por diez vehículos eléctricos similares a un tranvía moderno, que podrán transportar hasta a cien personas cada uno.
La frecuencia de paso de los autobuses está estimada entre 10 y 15 minutos durante todo el día y la puntualidad de los trayectos está garantizada por el sistema de prioridad semafórica implantado y el trazado segregado del carril. La peculiaridad es que se prioriza el centro de la calzada, siempre que sea posible, para evitar puntos de conflicto con el resto de vehículos. Discurriendo por el centro y adaptándose a un itinerario dotado de prioridad semafórica en intersecciones, se conseguirá un trayecto más fluido y se reducirán los tiempos de viaje considerablemente por circular a una velocidad comercial media superior a otras líneas convencionales de EMT.
Desde su cabecera, situada en la glorieta de Antoñete, junto al Hospital Isabel Zendal, la línea circula por la avenida de las Fuerzas Armadas. En esta vía cuenta con un total de cinco paradas. Prosigue su trayecto por la avenida de Pi y Margall, con cuatro paradas, por la calle de Ana de Austria continuando por la avenida de Niceto Alcalá Zamora para, posteriormente, continuar por vías convencionales, sin realizar ninguna parada intermedia más hasta alcanzar su destino, en las inmediaciones del Hospital Ramón y Cajal.
El trayecto tiene una longitud total de 31 kilómetros, de los que 19 discurrirán por vías segregadas con prioridad semafórica, y de ellos, ya se han puesto en marcha 12 kilómetros.
Con un diseño moderno, minimalista y en arco perimetral cromado, los vehículos están provistos de cámaras en sustitución de retrovisores, que proyectan sus imágenes en dos pantallas situadas a cada lado del asiento del conductor. En su interior, la disposición de elementos está concebida para admitir un elevado aforo con todas las garantías de confort y accesibilidad universal para los usuarios Los vehículos llevan puertas de entrada y salida por el lateral derecho y una puerta delantera de acceso de una sola hoja.
La nueva línea BRT lleva aparejada una inversión en autobuses de 5,3 millones de euros, de los que 2 millones proceden de los fondos europeos Next Generation, canalizados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esta convocatoria está integrada dentro del programa de ayudas 2021 a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano del MITMA. Para la construcción de la plataforma segregada se ha dispuesto un presupuesto de 12,8 millones de euros, de los que 4 millones irán destinados a la semaforización.
La nueva línea de autobús, puesta en marcha en el marco de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, supondrá un ahorro acumulado calculado en más de 700.000 kilómetros anuales en aquellos desplazamientos que normalmente se realizan en coche particular, además de una reducción en emisiones de unas 125 toneladas de CO2 y de cerca de 200 toneladas de NOx.
Por otro lado, la Asociación Vecinal Sanchinarro ha convocado una nueva manifestación para protestar por las "consecuencias negativas" que, según señala, ha generado el Bus Rapid implementado por el Ayuntamiento de Madrid y que conecta este barrio con el de Valdebebas. Para la asociación, el nuevo Bus Rapid comenzará a funcionar "sin que se hayan resuelto los problemas de cuello de botella, giros, tráfico, calles colapsadas, parterres destrozados y seguridad para las personas" de los que ha advertido.
En este sentido, el vecindario teme que el nuevo servicio, que ha supuesto la reducción de carriles de circulación y plazas de aparcamiento, incremente "los habituales atascos" en el barrio, con su repercusión en los niveles de contaminación atmosférica y acústica.