En la ciudad de Madrid, un grupo de 39 efectivos de la Policía Municipal está encargado de velar por la protección del patrimonio urbano durante las 24 horas, todos los días del año, realizando turnos tanto de mañana como de tarde y noche. Desde su creación hace un año, la Sección de Protección del Patrimonio Urbano (SEPROPUR) ha llevado a cabo un trabajo incansable en la lucha contra el vandalismo, particularmente enfocado en los grafitis que deslucen la belleza de la capital española.
MADRID, 13 Nov. La SEPROPUR ha abierto en un año un total de 264 expedientes y ha interpuesto 384 denuncias, lo que ha resultado en 42 personas investigadas y casi 700 identificadas. También se han realizado 200 vigilancias y se han enviado 117 atestados a los juzgados de instrucción, junto con 9 casos remitidos a la Fiscalía de Medio Ambiente por daños a bienes de interés cultural o edificios protegidos.
La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, visitó recientemente las instalaciones de esta sección, que depende de la Comisaría de Medio Ambiente de la Policía Municipal. Durante su visita a la nueva comisaría situada en la calle Plomo, la vicealcaldesa, acompañada por mandos de la Policía Municipal y la concejala de Arganzuela, Lola Navarro, fue informada sobre las intervenciones realizadas por los agentes, quienes le expusieron los detalles de su labor y los esfuerzos realizados en esta nueva sección.
“La creación de SEPROPUR, hace un año, era uno de nuestros compromisos electorales: salvaguardar el patrimonio de la ciudad frente a actos que lo degraden, como la vandalización en forma de grafitis. Nuestro compromiso con la conservación de Madrid es firme, y por ello actuamos de manera decidida contra estos comportamientos incívicos que perjudican nuestro entorno urbano”, enfatizó Sanz en su intervención.
La vicealcaldesa subrayó, además, que ha habido un aumento significativo en las sanciones y en las acciones enérgicas tomadas frente a estos actos. En los primeros diez meses de 2023, antes de que SEPROPUR fuese creada, solo se tramitaron 17 atestados policiales por grafitis, en contraste con los 117 atestados gestionados en el primer año de actividad de esta nueva sección.
Los agentes de SEPROPUR implementan planes de actuación basados en análisis de riesgo y diagnósticos de los espacios públicos vulnerables. Esto les permite proporcionar una respuesta rápida y efectiva en colaboración con las comisarías integrales de distrito, además de realizar un seguimiento detallado de los daños perpetrados y de las identidades de los responsables, buscando siempre la restitución de los daños ocasionados.
A su vez, los operativos de SEPROPUR dedican tiempo a registrar imágenes y localizar los grafitis existentes. Además, trabajan en conjunto con especialistas en grafología para identificar a los autores, especialmente en aquellos casos que afectan el patrimonio histórico. Su labor va más allá, pues investigan en redes sociales, tramitan todos los atestados pertinentes y centralizan las denuncias administrativas, creando una base de datos de acciones dañinas para el patrimonio.
Por otra parte, estos agentes mantienen comunicación con el Área Delegada de Limpieza y Zonas Verdes para establecer procedimientos de restitución de los daños y revisar archivos de grafitis. La colaboración con administradores de fincas también es esencial, ya que se busca asesorar y coordinar acciones en fachadas privadas afectadas por pintadas.
SEPROPUR no solo trabaja en la identificación y sanción de los autores de grafitis, sino que también se coordina con la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo para asegurar un desarrollo ágil y efectivo de los procedimientos relacionados con el vandalismo patrimonial.
Esta sección de la Policía Municipal incrementó la efectividad de las acciones del Ayuntamiento en septiembre de 2022, cuando se activaron patrullas antigrafitis del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. Este nuevo Servicio Público de Limpieza Urgente (SELUR) dispone de un presupuesto de seis millones de euros para la eliminación de grafitis, con un equipo de 55 efectivos organizados en 12 grupos para estas labores.
Las patrullas no solo responden a denuncias de los vecinos, sino que también realizan revisiones sistemáticas en áreas donde la aparición de pintadas es más común. Su trabajo incluye la remoción de grafitis en superficies metálicas, metacrilatos y plásticos, asegurando una rápida respuesta ante estos actos de vandalismo.
Durante el año 2021, Madrid logró limpiar un total de 167.693 metros cuadrados de fachadas afectadas por grafitis. En 2022, esa cifra se disparó a 321.862 m2, lo que representa un incremento del 92%. En el último año contabilizado, 2023, han alcanzado ya unos impresionantes 722.534 m2, un incremento de un 124,5% en relación al año anterior.
Entre las acciones más relevantes realizadas por SEPROPUR, se encuentra la investigación de dos grafiteros por daños al patrimonio histórico en la plaza de la Villa y el monumento a las víctimas de Mauthausen. También se han identificado a diez individuos por pintar el Museo de América, un edificio considerado Bien de Interés Cultural.
Destaca, además, un operativo en el parque de la Cuña Verde, donde se denunciaron a cinco personas y se incautaron cerca de 200 botes de spray. Se han realizado múltiples identificaciones en zonas como los cuarteles de Campamento, evidenciando la extensión del problema de grafitis en la ciudad.
La respuesta del Ayuntamiento ha llevado a que algunos individuos que solían realizar pintadas hayan decidido abandonar esta práctica, debido al aumento de la vigilancia y las sanciones disuasorias. Las multas por una primera infracción pueden oscilar entre 600 y 3.000 euros, y la reincidencia puede llevar a sanciones mucho más elevadas.
Un caso notable es el de un vecino de Chamberí, quien fue multado con 8.000 euros y, al asumir su responsabilidad, se le impuso una sanción final de 2.500 euros y 40 horas de trabajo comunitario. Otro residente de Arganzuela fue denunciado con una sanción de 15.000 euros, mientras que un grafitero habitual en la plaza del Dos de Mayo enfrenta multas que superan los 20.000 euros por su historial de infracciones.
Asimismo, los casos que han resultado en detenciones durante la realización de grafitis en edificios protegidos están pendientes de juicio, donde las penas por dañar patrimonio histórico pueden alcanzar hasta cuatro años de prisión, dependiendo de la magnitud de los daños causados.
Las sanciones por vandalismo están reguladas por el artículo 20 de la Ley 3/2007 de Medidas Urgentes de Modernización del Gobierno y la Administración de la Comunidad de Madrid. Desde la modificación implementada en diciembre de 2019, el Gobierno municipal ha endurecido los importes de estas infracciones, duplicando e incluso triplicando algunas de las multas existentes.
Por ejemplo, el costo de las pintadas en cierres comerciales pasó de 500 a 1.000 euros, mientras que las sanciones por grafitis en mobiliario urbano se elevaron de 300 a 600 euros. Las multas en edificios emblemáticos pueden alcanzar los 2.000 euros por pintadas de menor tamaño y llegar a los 3.000 euros si superan ese tamaño.
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