"Para devolver a la palabra su valor hay que acompañarla de acciones que la hagan eficaz", protege
MADRID, 27 Feb.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha entregado este lunes la Gran Cruz a 209 víctimas del terrorismo a título póstumo en el momento en que "la deformación de la Historia amenaza a la realidad" y como "muro contra la olvida y la ruindad".
Con esta distinción el Gobierno madrileño busca admitir "el sacrificio de la gente fallecidas a consecuencia de una acción terrorista censadas" en la zona en el instante del acto terrorista o en el transcurso de un tiempo semejante "a ámbas terceras unas partes de su historia hasta el día de hoy de perpetrarse".
A lo largo del acto, festejado en la Real Casa de Correos, Ayuso ha remarcado que "cualquier humano aceptable está éticamente obligado a admitir a las víctimas del terrorismo" por el hecho de que a ellas se les debe "haber dado la vida, la salud o la independencia" a fin de que "el mal no triunfe por el hecho de que el terrorismo es el mal".
"El día de hoy la Comunidad de Madrid lo realiza con la distribución de estas distinciones. Lo hacemos para ofrecer cumplimiento a ese orden y por que nos sale del corazón a todos y cada uno de los madrileños. Aquí en Madrid y en toda España hemos sufrido los crímenes terroristas pero ninguna zona mucho más castigada que el País Vasco, que, además de esto, padeció una modificaciones persistente del censo electoral al haber eliminado o expulsado ETA y sus cómplices a millones de vascos y sus familiares", ha señalado.
De este modo, puso el foco en que "no pocos de ellos" vinieron a instalarse en la Comunidad "transformándose al instante en madrileños de Vizcaya, de Gipuzkoa o de Álava". Para la presidenta, "si bien esperemos lo hubiesen sido por libre decisión y no por obligación" le complace meditar que Madrid "significó para ellos la posibilidad de vivir en paz y en independencia".
En este sentido, la jefe del Ejecutivo madrileño ha señalado que Madrid es "un modelo de independencia, de vida en común, en frente de las divisiones sectarias" y lo fue en el peor atentado de su crónica. "Los atentados del 11 de marzo nos desgarraron en lo mucho más hondo pero asimismo nos dejaron imágenes que el día de hoy aún recordamos, la de los madrileños superando el mal y el padecimiento para atender a las víctimas, para echar una mano en lo que se pudiese, hombro con hombro", ha movido.
Para Ayuso, en instantes como los presentes "en los que la deformación de la Historia amenaza a la realidad" estas Gran Cruces y el testimonio de las víctimas "son un muro contra la olvida y la ruindad". La presidenta regional ha sostenido que no se ha olvidado ni su "mal" ni su "sacrificio".
Cree que las víctimas son "el corazón ética, el impulso persistente a proseguir" en frente de los que quieren "perturbar la sociedad", "subvertir" el modo perfecto de vida y "terminar" la independencia. "España es un mejor país merced a nosotros, al ejemplo de todas y cada una de las víctimas del terrorismo que sin rencor, ni odio ni venganzas" dan testimonio persistente "del zarpazo de la crueldad", indicó.
Ayuso ha defendido el valor "de las expresiones justas", de aquellas que "verdaderamente apuntan la verdad". En este punto, hizo un llamamiento a todos y cada uno de los que están en la vida pública a "recobrar el valor fundamental de las expresiones para apuntar el mal en oposición al bien" y a fin de que "las novedosas generaciones no olviden" que la independencia que se goza costó "sangre y padecimiento". "Lo primero para devolver a la palabra su valor hay que acompañarla de acciones que la hagan eficaz", ha apuntado.
La presidenta autonómica hizo hincapié en que "Madrid no olvida" a las 412 víctimas fatales del terrorismo que fueron asesinadas, ni tampoco que son la segunda zona de españa con mayor número de homicidos terroristas, ni a todos y cada uno de los policías nacionales y locales, a los guardas civiles, sanitarios, jueces, fiscales y cronistas que "lucharon hasta la extenuación para terminar con la lacra del terrorismo".
"La clave del terrorismo es eso, el terror, el temor. En el instante en el que nos hace mudar nuestra forma de vida ahora está ejercitando el terror. No precisan matar si tienen a toda la sociedad tolerando o, como ocurre en el País Vasco, si los herederos de los terroristas y los terroristas mismos viven de los intereses del temor sembrado a lo largo de décadas e inclusive reciben homenajes", ha remarcado.
Al mismo tiempo, ha solicitado que los "terroristas son crímenes políticos y no, como dicen quienes los blanquean, por esperar un fin preciso llámese independencia o lo que sea", por el hecho de que "esos fines los podrían reclamar en las urnas".
Por su lado, el asesor de Presidencia, Justicia y también Interior, Enrique López, ha considerado que impulsar estos reconocimientos es "un deber imperdonable y ética" que responde "al deber y la solidaridad" que sienten en relación a las víctimas.
"Este no es un acontecimiento alguno", ha sostenido, a tiempo que ha asegurado que la obligación del Gobierno regional es "respaldar y dignificar" a las víctimas pero asimismo "escucharlas con mucha atención" pues saben que el daño" que les han infringido es "lamentable".
López ha defendido que la Comunidad siente la obligación "de ponerse enfrente no solo de los terroristas y de quienes les apoyan sino más bien asimismo de todos los que enfocan estos temas con tibieza o las peores concesiones". En este sentido, ha subrayado que la compromiso de las gestiones públicas es "aparte de vencer al terrorismo es terminar con las disculpas y deslegitimar su trayectoria criminal".