Crónica Madrid.

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Ayuso critica la "cogobernanza de Sánchez": "Invito, pero cuando falla, es tu responsabilidad"

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha expresado duras críticas este domingo hacia el concepto de "cogobernanza" promovido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Según Ayuso, este enfoque se traduce en una falta de responsabilidad por parte del Ejecutivo central, que, en su opinión, asume un papel de invitador que desvincula de las consecuencias de sus decisiones, dejando a las comunidades autónomas a merced de los problemas que surgen. La líder del PP madrileño enfatizó que el Gobierno debe dirigir sus inversiones hacia lo que realmente beneficia a España en las próximas décadas, en lugar de "comprar el favor de los independentistas y nacionalistas".

Estas afirmaciones fueron realizadas en Caravaca de la Cruz, en la Región de Murcia, durante un acto en el que estuvo acompañada por el presidente del Partido Popular de Murcia, Fernando López Miras, y el alcalde de la localidad, José Francisco García. Ayuso argumentó que la estrategia de Sánchez parece ser "yo invito desde el Gobierno de la Nación y, cuando las cosas van mal, es tu problema", dejando en claro su desaprobación hacia lo que considera una gestión ineficaz. Subrayó que España no debe ser vista como una república federal, sino como una única nación compuesta por 17 regiones que deben colaborar entre sí.

En su discurso, Ayuso volvió a criticar las medidas tomadas por Sánchez, como la condonación de deudas a comunidades autónomas como Cataluña, así como las concesiones realizadas a los independentistas y nacionalistas que, según ella, perpetúan un ciclo de descontento y extorsión. "Cuanto más dinero y más privilegios se les da, más descontentos están", afirmó, advirtiendo que el Gobierno está poniendo en peligro el Estado de Derecho por actuar de manera que favorece a unos pocos a expensas de la mayoría.

La presidenta madrileña interpeló al Gobierno, exhortándolo a tener "altura de miras" y a centrar su atención en lo que realmente necesitan los ciudadanos en lugar de sucumbir a intereses espurios. Para Ayuso, el enfoque del Gobierno debería dirigirse hacia políticas que beneficien a la vida cotidiana de la población, en vez de interferir en cómo deben vivir y trabajar los ciudadanos: "Solo queremos que no molesten", recalcó, haciendo hincapié en que ya es suficiente con que el Gobierno se mantenga al margen y permita a la gente vivir sus vidas sin interferencias innecesarias.

La líder del PP también alzó su voz en cuestiones que afectan directamente a sectores productivos, como el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur. En este sentido, instó a que se considere "la vida real" de ganaderos y agricultores, para que las regulaciones sean justas y equitativas tanto para los productos nacionales como para los importados. Expresó que los españoles deben cumplir con un extenso conjunto de normas que deberían aplicarse de igual manera a productos extranjeros, abogando por menos regulación y más apoyo a los productores locales.

Ayuso planteó, además, varios temas importantes para el sector agrícola en España, haciendo hincapié en las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) de la UE y criticando lo que describe como la negligencia del Gobierno hacia varias áreas clave de la economía nacional. Cuestionó quién se encargará de garantizar que los estudiantes en las escuelas reciban una educación adecuada y no sean sometidos a una nivelación a la baja que comprometa su futuro. Resaltó la falta de atención del Gobierno hacia estos problemas críticos de la sociedad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid lamentó que desde la Transición, los españoles han elegido vivir en paz y libertad, y acusó al Ejecutivo de intentar crear una nueva España que divida a sus ciudadanos. Este enfoque, alegó Ayuso, no solo es insensato, sino que también contradice la verdad histórica y busca reavivar viejas rencillas entre diferentes grupos sociales. A su juicio, la idea de una "tercera España" es aquella que no se alinea con bandos, y advirtió sobre los peligros de fomentar identidades que solo conducen al conflicto.

Criticó además la posibilidad de inaugurar el año 2025 bajo la amenaza de ser testigos de actos que perpetúen divisiones entre los ciudadanos, sosteniendo que dicho enfoque no concuerda con los principios democráticos o de libertad. Ayuso invitó al presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, a centrarse en un gobierno que respete la Constitución y que aborde las necesidades reales de los ciudadanos, en vez de llevar a cabo actos populistas que no reflejan la voluntad del pueblo.

Por último, Ayuso no eludió el señalar la corrupción dentro del Gobierno, al referirse a la "muralla norcoreana" que, según ella, está caracterizada por la corrupción y escándalos diarios. En tono irónico, sugirió que las autoridades deberían delinquir "un poco más despacio" dado el volumen de situaciones que deben ser abordadas. Su mensaje final fue una clara advertencia sobre el estado comprometido del Estado de Derecho en España, asegurando que el uso de instituciones del Estado contra opositores políticos constituye un grave riesgo para la democracia y la libertad.