El discurso de investidura de Isabel Díaz Ayuso ha dejado claro que la candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid asume su mayoría como una "responsabilidad absoluta" y una "obligación de escuchar a la sociedad", comprometiéndose a buscar siempre los "máximos apoyos posibles". Además, ha apelado "a devolver a la política la dignidad y la altura que estos años de coalición corrosiva le han intentado quitar".
Ayuso ha criticado el Gobierno de la Nación de minorías y la falta de debate real y de acuerdos posibles en España, afirmando que eso no sucederá en Madrid durante su mandato. La candidata defiende una noción liberal de la política que exige contrapeso y espera que su grupo parlamentario, de 70 diputados, devuelva con "responsabilidad" el apoyo que los ciudadanos le han concedido.
"El populismo que busca en la división su oportunidad y en el enfrentamiento su única opción de éxito, ha sido expulsado por los madrileños de esta Cámara. No solo porque sus propuestas no hayan convencido, sino porque sus formas han avergonzado", ha señalado la dirigente madrileña.
En cuanto a la política responsable, Ayuso afirma que el mejor político no es el que más grita, sino el que mejor trabaja y el servicio público se presta sin peajes. En cuanto a la responsabilidad especial que tiene sobre el conjunto de la nación, la candidata ha asegurado que Madrid no desertará de esa vocación de Plaza Mayor donde toda España y el mundo hispano se encuentran y conviven.