MADRID 11 Nov.

En una enérgica intervención, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha puesto sobre la mesa un alarmante fenómeno que afecta a la democracia española, al que se refiere como la "argentinización". En su opinión, el Gobierno de Pedro Sánchez ha estado "anestesiando" a la sociedad con una serie de escándalos que, según él, han socavado los cimientos de nuestro sistema democrático.

Esta crítica fue realizada durante una reciente sesión del Aula de Liderazgo en la Universidad Francisco de Vitoria, donde compartió el estrado con el expresidente José María Aznar y fue moderado por el profesor y periodista Javier Redondo. Almeida no dudó en enfatizar la seriedad de la situación política actual.

“No son tiempos fáciles para la política", afirmó Almeida, añadiendo que "todos aquellos que abusan de la mentira lo que buscan es degradar la política". El alcalde hizo hincapié en que jamás pensaron que la política española llegaría a este punto crítico. A su juicio, el Gobierno de Sánchez ha cruzado "todos los límites", llevando a la democracia española a una degradación de la que es urgente encontrar un remedio.

El alcalde continuó su análisis al vincular el proyecto político de Sánchez con la historia de Argentina, sugiriendo que ambos comparten una tendencia creciente hacia la degradación sistemática de la democracia. Almeida subrayó que, aunque se permiten algunos estándares formales de democracia, el verdadero sentido del término no se alinea con las aspiraciones que deberíamos tener en España.

Si bien el alcalde reconoció que es beneficioso cambiar de opinión de vez en cuando, no dudó en acusar al presidente del Gobierno de mentir con el objetivo de prolongar su permanencia en el poder. “Es más necesario que nunca que apostemos por la verdad y la libertad como los dos elementos esenciales que configuran la democracia”, remarcó, subrayando la urgencia de restaurar estos valores.

En la misma línea crítica, el expresidente Aznar se unió al análisis de Almeida, afirmando que España se encuentra inmersa en una peligrosa experiencia de "populismo radical", caracterizada por la exclusión de las voces disidentes. Esto, según Aznar, ha dificultado enormemente el establecimiento de espacios de diálogo constructivos en la sociedad española.

Además, el exlíder del Partido Popular abordó la percepción de que España se ha convertido en un “estado fallido”, algo que consideró urgente cambiar para evitar que esta percepción calé más hondo en la ciudadanía.