MADRID, 3 Oct.
La Audiencia Provincial de Madrid evalúa desde este lunes con un jurado habitual al exgerente de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Dionisio Ramos y a múltiples gestores de institutos mayores por la presunta vida de una caja B a la que habrían desviado mucho más de 4 millones de euros de la facultad.
Además del exgerente, en el banquillo de los acusados se van a sentar otras seis personas, entre ellas cargos de la facultad, gestores de institutos mayores y tres estudiantes. Se encara a penas de entre 4 a siete años de prisión y también inhabilitación de 15 años en la situacion de los cargos públicos.
A Dionisio Ramos se le solicitan seis años de prisión por presuntamente malversar 1.448.706 euros a lo largo del tiempo que desempeñó su actividad en la citada institución académica entre los años 1995-2001.
En total, en término de compromiso civil la Fiscalía pide a los acusados 4.163.328 euros que van a deber abonar a la facultad Complutense, ligado de la Comunidad de Madrid.
Según el fiscal, Dionisio Ramos era el responsable de supervisar y administrar todos y cada uno de los fondos que ingresaba la facultad, lo que le dejó que se fuesen recibiendo fondos en una cuenta bancaria cuya finalidad era un manejo "injustificado" y la utilización de fondos para fines "extraños" a los propios del centro.
En exactamente la misma figuraba nominativamente "ocupaciones culturales del Colegio Mayor Jiménez de Cisneros" con lo que su vida "era ignota para la Intervención de la Universidad".
La Fiscalía señala que los capital respondían a múltiples conceptos: fondos que proceden de la ocupación de los Colegios Mayores en los tutoriales de verano, talones al portador, transacciones de la Fundación General de la Universidad Complutense, tal como dinero en efectivo o a través de giro postal, que proceden de la reserva de plaza de los Colegios Mayores de la región oeste.
La cuenta, abierta por los subdirectores del instituto mayor Ximénez de Cisneros para la realización de ocupaciones culturales, figuraban como autorizados tres de los acusados.
Los administradores efectivos de la cuenta, si bien no tenían firma en exactamente la misma, eran 2 gestores de institutos mayores que entre sus funcionalidades estaban la de supervisar los capital y costos de tales institutos, la liquidación de adelantos a justificar y el servicio de caja.
Entre enero de 1995 y junio de 2001, con la autorización del entonces gerente de la UCM, tal como la de los gestores de los institutos mayores se difundieron múltiples talones al portador por importe de 914.320 euros sin cargo a los capitales y sin supervisión por la parte de la facultad con ánimo de "distraer" el dinero para sí "o para terceros" .
También, según la Fiscalía, otros acusados se dedicaron a "distraer" otras proporciones de dinero.
Según el fiscal, a lo largo del curso 2002-2003 se inscribieron 846 estudiantes en los Colegios Mayores de la región Oeste y 929 el curso siguiente los que abonaban en término de reserva de plaza, antes del comienzo del curso 300 euros, cantidad sin derecho a devolución ni aplicable al pago de las mensualidades, "cuyo destino no era contabilizado en los Presupuestos de la Universidad, ni controlado y supervisado por la Inspección de la Universidad Complutense de Madrid".
Así, lograron recaudar 533.387 euros, una cantidad que no fue incluida en las cuentas de la Universidad "responsablemente" por los acusados en su condición de gestores de los Colegios Mayores "entre cuyas funcionalidades estaban el control de los capital y costos de los Colegios Mayores".